El fin del dinero físico se acerca. Es una afirmación arriesgada, y obviamente, es algo que, aunque, poco a poco, está ocurriendo, se ve a largo plazo. A pesar de ello, el mundo se está digitalizando, y el dinero no está siendo una excepción. En los últimos cincos años han aparecido nuevas formas de pago disruptivas. La economía tal y como la conocíamos, ha cambiado. Carteras digitales, aplicaciones de intercambio de dinero, y, sobre todo, el auge de las criptomonedas.
Si hablamos de digitalización de la economía, las principales protagonistas son las criptos. Las monedas digitales se han convertido en el epicentro de la economía digital. Lo que comenzó siendo una nueva forma de invertir, se ha convertido en la moneda digital de un país, y en un dolor de cabeza para las entidades financieras, quienes se están viendo obligadas a aliarse con ellas.
Las economías nacionales ya se han puesto manos a la obra. No es novedoso decir que múltiples países están trabajando en la creación de su propia moneda digital (las CBDC). Cada día afloran nuevos rumores acerca de un posible rublo digital, euro o dólar digitales…Pero lo que sí es novedoso, y muestra del gran calado social que están teniendo las criptomonedas, es que las ciudades están lanzando sus propios tokens.
LA ECONOMÍA LOCAL DE DIGITALIZA
Las ciudades han puesto la mirada en las monedas digitales, y la ven como una forma novedosa y distinta de adaptar los pagos de los ciudadanos, y además acercar a más gente a la economía digital. Seúl fue pionera. La capital surcoreana lanzó su propio token en 2019, con la intención de ganarse el título de la «ciudad inteligente».
Seúl quiso acercarse a la población más joven mediante una nueva forma de pago. Es decir, hacer que los jóvenes conozcan una nueva forma de pago para convertirla en algo cotidiano en un futuro. No hay duda de que se trata de un proyecto a largo plazo. Corea del Sur apoyó la iniciativa, y lo consideraron un proyecto que podría ayudar a la economía del país, además de brindar solidez en temas tecnológicos relacionados con blockchain.
A pesar de que se esperaba que muchas ciudades siguiesen el testigo de Seúl, no fue así, hasta este año. En agosto, Miami digitalizó su economía local. El MiamiCoin se abría paso como una nueva forma de pago. Francis Suárez, alcalde de la ciudad estadounidense determinó que el Bitcoin sería una forma de cobro de salarios, además de los dólares. Incluso, las intenciones del alcalde son que se permita pagar impuestos de con la criptomoneda.
NUEVA YORK SE SUBE AL BARCO DE LAS CRIPTOMONEDAS
La última en sumarse a la fiebre de las criptomonedas ha sido Nueva York. La ciudad de la Gran Manzana ha lanzado su NYCCoin. Las criptomonedas siguen rompiendo barreras, y además de ser una nueva forma de pago, se ha convertido en una propuesta política. Y es que, los NYCCoin son un plan del alcalde electo Eric Adams de hacer de Nueva York, un hub de criptodivisas.
NUEVA YORK QUIERE SER EL CENTRO MUNDIAL DE LAS CRIPTOMONEDAS
Por el momento, la ciudad neoyorquina sigue a la sombra de Miami. Nueva York quiere ser el centro mundial de las criptomonedas, pero para ello deberá desbancar a la ‘magic city’. Con la iniciativa de Francis Suárez, el alcalde ha conseguido llamar la atención de las empresas tecnológicas, y start-ups. Tanto es así que el Bitcoin 2021, el mayor evento de bitcoin, se ha celebrado en Miami.
Según Washington Post, el MiamiCoin ha generado 7,1 millones de euros. Francis Suárez espera que Miami sea «la primera ciudad en Estados Unidos en dar un rendimiento de Bitcoin como dividendo directamente a sus residentes».
LAS CRIPTOMONEDAS SIGUEN DANDO PROBLEMAS
A pesar de ello, ni Seúl, ni Miami, ni Nueva York, aunque esta última apenas lleva dos días ofreciendo servicios de criptos, ha hablado sobre la problemática actual de las monedas digitales. La digitalización de la economía es una tarea pendiente de todas las ciudades y países. Es evidente que el avance de la tecnología va a exigir la adaptación de las grandes urbes a la economía digital. Aún eso, hoy por hoy, las criptomonedas no ofrecen ninguna solvencia jurídica, algo que provoca las dudas de gran parte de la sociedad.
La regulación es necesaria. Las criptomonedas están avanzando a un ritmo muy acelerado, y a pesar de que las grandes instituciones están trabajando para paliar un futuro problema, aún no existe ningún marco regulatorio para las monedas electrónicas. A definidas cuentas, esto puede ser la antesala de una estafa.
Por otro lado, adaptar la economía de una ciudad a una critpmoneda significa exponerse la volatilidad de esta. Los vaivenes en el valor de las criptos son uno de los principales problemas que los inversores, sobre todo los más conservadores, ven en las monedas digitales. Que un ciudadano cobre a través de monedas digitales podría implicar una subida o bajada de su salario en horas.
No hay duda de que la digitalización de la economía local o nacional ofrecería enormes beneficios. La inmediatez, menor burocracia, transacciones disponibles 24 horas, acercar a más población a la economía digital…a pesar de esto, hoy por hoy, la entrada de criptos en las economías de las ciudades suponen varios problemas difíciles de paliar. Quizás, con un marco regulatorio, sería mucho más viable. Aún esto, nadie puede frenar el avance de las criptomonedas.