La vida profesional de un futbolista es corta. Algunos se ven abocados a tener un ‘plan B’ tras su retirada; otros que han jugado en la élite han acumulado la suficiente fortuna como para despreocuparse. Estos últimos directamente apuestan por los negocios para acrecentar su fortuna. Como Andrés Iniesta o David Villa, Iker Casillas también está metido en el mundo empresarial. Y con un puñado de proyectos. El problema es que uno de ellos, el más antiguo, acumula años de pérdidas.
Se trata de IKERCA S.L., una empresa que se constituyó hace 21 años, coincidiendo con el momento en el que el portero empezaba a erigirse como una promesa. El propio Iker Casillas es el administrador único, con su madre, María del Carmen Fernández González, como apoderada. Esta firma es la que incluye las inversiones inmobiliarias del exjugador del Real Madrid y, sobre todo, los derechos de imagen. Como le ha sucedido a Fernando Torres, desde su retirada todo se ha torcido hasta el punto de que parece imposible revertir el rumbo de las cuentas.
IKERCA S.L., CINCO AÑOS DE PÉRDIDAS
La empresa mantuvo un buen ritmo de facturación hasta alcanzar su pico en 2013, con más de cuatro millones de euros. Una etapa que coincide con la era dorada del Real Madrid en la Champions League. En cuanto al resultado neto, ese mismo año también alcanzó su máximo histórico tras cerrar con unos beneficios por encima de los dos millones de euros. Desde entonces ha empezado una cuesta abajo hasta entrar en pérdidas en 2016, el primer año tras su fichaje al Oporto.
Desde entonces cada año su facturación ha estado por debajo de los 500.000 euros y su resultado anual en negativo, en torno a números rojos de 200.000 euros. El 2020 no ha sido diferente. Hace apenas unos meses que salieron las cuentas en el registro mercantil y su empresa más icónica parece no haber tocado fondo: sus ventas se redujeron un 10%, con pérdidas de 226.000 euros (una caída del 23,4%).
Con el total activo sucede algo similar. Llegó a rozar los 25 millones de euros, pero tras siete años de caída en 2020 se sitúo por primera vez por debajo de los 20 millones. Un problema que, cada vez más alejado de los focos, parece tener difícil solución. Quizás por ello en los últimos meses se ha embarcado en nuevos proyectos con la esperanza de que le generen algún tipo de beneficio.
LOS NUEVOS NEGOCIOS DE IKER CASILLAS
Iker Casillas no para y en los últimos años, tras el susto que forzó su retirada, ha empezado a invertir su fortuna. El más reciente de todos lo ha ‘montado’ fuera de España, en Dubái, de la mano del equipo Fursan Hispania FC, dirigido por su excompañero Michel Salgado. El proyecto consiste en un centro de entrenamientos que inauguró hace solo unos meses con el objetivo de formar a porteros, una “posición única, que soporta una carga emocional y una responsabilidad muy grande”, como el mismo reconoció en la presentación del evento.
Similar a este negocio tiene otro que fundó también este mismo año, concretamente el pasado 5 de marzo. Se trata de Iker Casillas Academy S. L., que en realidad es una extensión de su fundación, que lleva su nombre y que desde 2011 ha impulsado diversos proyectos. Con sede en Pozuelo de Alarcón, su objeto social es el desarrollo de actividades para promover el desarrollo deportivo de niños y adolescentes.
Aunque el proyecto más reconocido por su innovación es el que le involucra a Kognia, una startup de tecnología de análisis del rendimiento táctico en el fútbol, dirigida a ligas y federaciones, donde él es uno de los inversores. Esta startup, como Fly Fut (drones e inteligencia artificial para grabar partidos desde las alturas) pertenecen a su vez a SportBoost. Todo ello le sirvió para figurar en la lista de la revista Forbes, como uno de los 100 españoles más creativos en el mundo de los negocios.
Está claro que Iker Casillas no pierde el tiempo. Su tendencia es clara: apostar por el desarrollo de los jóvenes y por la tecnología. Es decir, inversión en el futuro. Una apuesta probablemente acertada para contrarrestar los malos resultados de un pasado que por muchos éxitos que haya conseguido ha quedado atrás dos años después de su retirada como profesional.