Cada vez es más habitual que los deportistas de élite, conscientes de su corta etapa profesional, se inmiscuyan en el mundo empresarial para invertir el dinero que han sido capaces de generar. Fernando Alonso, a pesar de que no es precisamente el mejor ejemplo de una trayectoria poco longeva (sigue en activo a sus 40 años y promete estarlo durante muchos más), tiene entre manos varios negocios desde hace años. El último, y probablemente el más desconocido, es el que le vincula a RAW Superdrink, una bebida ecológica que apenas tiene dos años de vida.
Fernando Alonso es inversor de esta marca, a la que representa igual que otros deportistas. La marca nació con el objetivo de “cambiar los hábitos de consumo y los mensajes”, según cuenta a MERCA2 Rubén González, CEO de la compañía. Con estos deportistas, que forman parte del accionariado, la empresa busca “captar la atención de los consumidores para que conozcan un producto pensado para la gente que hace deporte, que necesita hidratarse. Es una bebida isotónica y ecológica, para los que quieran beber algo que sea saludable”, afirma.
“SE ELIMINARÁ LA PUBLICIDAD DE LAS DE LAS BEBIDAS ENERGÉTICAS”
RAW tiene mucha visibilidad en el motor, pero Rubén González asegura que no están en este deporte porque les interese, sino “por los valores de las personas que representan nuestra marca”. Aunque su nicho es competir con otras bebidas isotónicas famosas como Powerade o Aquarius, es evidente que el mensaje de esta marca es aportar algo saludable. “Las bebidas energéticas se han metido en los deportes desde hace 30 años cuando no son aptas ni adecuadas para el deporte. No aportan ningún valor”, comenta el CEO de RAW.
La visión de Rubén González es clara y cree que, como el tabaco y el alcohol, se terminará por erradicar la publicidad de las bebidas energéticas. “No son aptas para menores de edad y no son beneficiosas para la salud. Se seguirá consumiendo con el paso de tiempo, pero se acabará restringiendo su publicidad”, zanja.
RAW, DE LA MANO DE FERNANDO ALONSO, YA FACTURA MÁS DE 0,5 M€
Un proyecto como RAW, con la competencia asentada en el mercado, es una aventura complicada. Pero Rubén González y su equipo han conseguido empezar con muy buen pie. En 2020 la empresa facturó cerca de 600.000 euros, con más de medio millón de unidades vendidas. Unas cifran que suponen un incremento del 125% respecto al 2019, el año en el que RAW saltó al mercado.
La bebida está a la venta en su página web y en otras plataformas como el gigante del comercio electrónico Amazon. Hay un sinfín de modelos con distintos sabores: fresa y menta, naranja y mango, limón y lima… Su pack de 12 botellas no alcanza los 20 euros y sale más barata si se apuesta por una compra recurrente. Un precio, por tanto, más que asequible, para un producto mimado que apenas suma 14 calorías y que puede estar en tu casa en solo 24 horas.
«EL OBJETIVO ES CONSOLIDAR NUESTRA POSICIÓN EN ESPAÑA»
Casi todas sus ventas se corresponden a España, aunque también distribuyen sus productos en algunas zonas de América. De cara a 2022 el objetivo, en palabras de su CEO, es “consolidar” su posición en España y dar el salto “a algunas partes”. Los números son alentadores. Y el equipo del que se han rodeado, ha ayudado. Más allá de los citados Fernando Alonso y Aleix Espargaró, RAW esté presente en los eSports con su propio equipo y con el famoso ‘youtuber’ Willyrex. El Movistar Team, Alpine o el Celta de Vigo son otros de los equipos involucrados con la marca.
FERNANDO ALONSO Y SU OBSESIÓN POR LO SOSTENIBLE
Es evidente que RAW y Fernando Alonso comparten los mismos valores. El asturiano está más que comprometido con todo lo sostenible. Uno de sus negocios más sonados, su marca de ropa Kimoa, se basa en ropa fabricada a base de materiales reciclados. Una empresa que, por cierto, no le ha dado demasiadas alegrías. Las pérdidas de más de tres millones de euros acumuladas desde su lanzamiento en 2017 le han llevado a vender casi la totalidad del negocio, aunque sigue manteniendo una mínima parte y sacando pechos con los logros de la firma.
Además de estas dos empresas, el asturiano está inmerso también en los eSports, a los que muchas veces se ha referido como “el futuro”. Después está su negocio más antiguo, y probablemente el más querido: el museo donde descansan todos sus trofeos y sus monoplazas y el circuito de karts que se va a exportar a diferentes lugares de Asia. RAW es un paso más en la aventura empresarial de Fernando Alonso. Por los números, y lo claro que lo tiene su CEO y fundador Rubén González, parece difícil presagiar que Alonso sufra con esta firma lo mismo que con Kimoa.