No crean demasiado trabajo en comparación con las televisiones tradicionales. No pagan demasiados impuestos si los anteponemos con Mediaset o Atresmedia. Y aun así parecen alarmadas porque ERC, peso estratégico, exige al Gobierno que imponga un mínimo de catálogo en catalán para apoyar los presupuestos.
El portavoz de la formación catalana en el Congreso, Gabriel Rufián, recuerda que «el Gobierno central presenta una ley audiovisual y creímos que era buena oportunidad. Lo que le pedimos al PSOE es que cumpla con esa condición para empezar a hablar de presupuestos y es una buena oportunidad para blindar el catalán, el euskera y el gallego».
El diputado asegura que «si no aprovechamos la ley audiovisual, tenemos un sector que se va al carajo» y afirma que el catalán no es la única condición republicana: «Le hemos recordado al PSOE sobre la derogación de la reforma laboral y la ley mordaza».
Los ‘constitucionalistas’ parece incómodos con la petición a pesar de que la Carta Magna dice en su artículo que las distintas modalidades lingüísticas de España son «un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección».
El problema es que el borrador dice que el 30% del catálogo de Netflix serán obras europeas y de estas al menos un 50% «será reservado para producciones en castellano o en alguna de las otras lenguas del Estado». El problema, para formaciones para ERC, es que este texto no limita ningún porcentaje para las lenguas más vulnerables del Estado español.
El ‘sucio’ de la ley exige que las plataformas con ingresos superiores a 50 millones de euros deben invertir un 5% en producciones y «un mínimo de un 70% deberá ir dirigida a obra de productores independientes en la lengua oficial del Estado o en alguna de las lenguas oficiales de las comunidades autónomas». Y otra vez, las lenguas minoritarias, son ignoradas.
Formaciones como Euskal Herria Bildu, el PDeCAT, las CUP o el Bloque Nacionalista Galego apoyan una iniciativa que probablemente cuente con el apoyo de Unidas Podemos Mertxe Aizpurua, de Euskal Herria Bildu, afirma que «es muy preocupante que se deje en manos de plataformas con Netflix, Amazon Prime o HBO, la protección de nuestras lenguas porque está claro qué contenidos van a elegir».
EL PSOE CEDERÁ
La vicepresidenta Nadia Calviño asegura que «el Gobierno está absolutamente comprometido con la protección de las lenguas cooficiales, porque es una parte de la riqueza» y afirma que «por supuesto va a ser escrupulosamente respetuoso con las competencias de las comunidades autónomas y, en este caso, con la posibilidad de establecer otro tipo de medidas de protección de las lenguas cooficiales dentro de su ámbito geográfico de competencia».
Los independentistas por su parte están difundiendo una petición en Change.org que dice que «que los vascoparlantes», al igual que los que controlan idiomas como el catalán o el gallego, quieren «disfrutar de los contenidos audiovisuales de la plataforma en euskera».
APOYO CIUDADANO
La Plataforma per la Llengua i l’Associació d’Actors i Directors Professionals de Catalunya apoya la iniciativa y dice que la postura inicial del PSOE «menosprecia las lenguas propias y oficiales del estado diferentes al castellano y es profundamente nociva para el futuro del catalán en el ámbito audiovisual, un sector que tiene un gran impacto social y que es de vital importancia para el futuro de las lenguas».
Y por ello exigen que «el 60% del catálogo de las plataformas de vídeo a la carta se ofrezcan en otras lenguas cooficiales» diferentes al castellano «y no solo de las producciones europeas, sino respecto al catálogo completo».