El aumento del precio de materias primas y de la luz lastra la competitividad del turismo, lo que es un «reto adicional» para la recuperación del sector por la pandemia, según una de las conclusiones de un informe de Competur.
El informe señala que, para evitar la pérdida de competitividad del sector, las medidas fiscales juegan un papel «fundamental», así como el mantenimiento del ‘statu quo’ de los impuestos que gravan el consumo de productos en hostelería o la aprobación de un IVA superreducido temporal.
Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), España está entre los cuatro países de la Unión Europea más visitados por turistas internacionales sobre datos de 2019, junto con Francia, Italia y Alemania.
Sin embargo, en comparación con estos países, en España se ha producido el mayor crecimiento interanual del precio de la luz (2020 – 2021) a lo que se suma el registro del segundo mayor aumento de la inflación en productos de alimentación. A ello hay que añadir el incremento en los costes de personal (SMI), que suponen el 35% de los costes que soportan los establecimientos y con un impacto en los precios del 1%.
Ante este contexto, la alianza propone una serie de políticas públicas para incentivar la demanda y dotar de competitividad al sector, como el establecimiento de un IVA superreducido temporal en hostelería, el mantenimiento del ‘statu quo’ de los otros impuestos que gravan el consumo de productos en hostelería, la apertura de líneas de ayudas directas o la promoción de bonos al consumo.
Además, Competur ha recordado que el peso del sector turístico en España va íntimamente unido al peso del sector del alojamiento y del hostelero y de su elevado dinamismo respecto a su aportación a la generación de empleo y riqueza.
Así, la hostelería cerró en 2019 con una facturación superior a los 129.000 millones de euros, mientras que el sector de los hoteles y los alojamientos turísticos cuenta con más de 16.000 establecimientos turísticos y casi 600.000 empleos.