Técnicas Reunidas consiguió adjudicarse el proyecto de modernización y conversión de la refinería de Talara, en Perú, uno de los mayores adjudicados para una refinería en todo el mundo. En 2014 comenzó la operación por la cual la compañía española iba a reconvertir este edificio para rehabilitarlo de acuerdo a los nuevos estándares de sostenibilidad. Igualmente, Petroperú, propietaria de la refinería, produciría combustibles diésel y gasolina acorde a la nueva normativa en cuanto a requisitos medioambientales del gobierno peruano.
El laudo ha sido ganado por Sigdo Koppers, un conglomerado de compañías de ingeniería y construcción con operaciones en Chile, Argentina, Brasil, Colombia y Perú. El procedimiento por el que ha sido condenada Técnicas Reunidas comenzó en junio de 2018, cuando la filial peruana de Sigdo Koppers, SSK Ingeniería y Construcción, demandó a la española por «incumplimiento de un subcontrato de trabajos electromecánicos para determinadas obras en la Refinería Talara de Perú». El arbitraje se inició ante la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional.
La resolución del laudo que dio la razón a Sigdo Koppers se dio a conocer el pasado 26 de marzo de 2021. Según el comunicado que difundió el conglomerado latinoamericano al conocer el laudo, se condenó a Técnicas Reunidas por «además de otras prestaciones, al pago a SSK de una suma superior a los 38 millones de dólares más el pago del 75% de los costes incurridos por SSK en el arbitraje y ordena a TRT devolver a SSK las boletas bancarias entregadas por esta última como garantía del subcontrato, las cuales ascienden a un total aproximado de 14,7 millones de dólares».
Debido a que el arbitraje se inició ante la Cámara de Comercio Internacional, ha sido un tribunal estadounidense ha confirmado el laudo de más de 38 millones de dólares contra de Técnicas Reunidas de Talara, la filial en el país de la constructora española. El tribunal también ha rechazado las alegaciones de Técnicas Reunidas que se basaban en la incorporación de dos abogados del equipo al estudio Cuatrecasas con el caso aún abierto. Estos quisieron impugnarlo por supuesto conflicto de intereses, pero el tribunal se opuso ya que «no quiere decir que un conflicto de intereses no pueda dar lugar a la anulación».
El tribunal estadounidense también ha rechazado las alegaciones de Técnicas Reunidas
MEGACONTRATO
Técnicas Reunidas consiguió adjudicarse el contrato en la región peruana de Piura en 2017. El contrato total firmado con la compañía pública Petroperú, ascendía a 4.375 millones de dólares, de los cuales 2.731 millones correspondían ejecutar a la multinacional española, que obtuvo la parte más importante del contrato. De hecho, era el mayor contrato adjudicado a una sola empresa en la construcción de una refinería en todo el mundo.
Del total atribuido a Técnicas Reunidas, 1.300 millones de dólares se financiaron por un préstamo asociado privado a través del Gobierno de España. Este contaba con la gestión y asesoramiento de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce) que garantizó la operación como un riesgo positivo. Igualmente, el Gobierno de Perú también emitió un aval de 1.000 millones, el cual «genera confianza» según destacó en ese momento Jaime García-Legaz, que era presidente de Cesce. Sobre todo, por la deuda externa tan pequeña que tiene y por la notable reserva de divisas de la que dispone.
En aquel momento, el contrato firmado por Técnicas Reunidas se trataba de la mayor inversión energética realizada por una empresa española en suelo hispanoamericano. A su vez, también era la mayor operación gestionada en la historia de Cesce. Incluso por delante de otras como la participación en la construcción de la refinería de Izmit en Turquía, la refinería de Jubail en Arabia Saudí y la construcción del ferrocarril de alta velocidad Meca-Medina, también en Arabia Saudita.