Las relaciones laborales ya no son lo que eran, han evolucionado mucho gracias a la tecnología y esto ha permitido a las personas con espíritu emprendedor encontrar nuevas opciones para ganarse la vida. Estamos en la era de la economía gig.
Ahora para trabajar por cuenta propia ya no hace falta contar con una gran infraestructura. Un profesional con un ordenador puede prestar sus servicios en diferentes empresas sin tener siquiera que desplazarse.
5La presencia física también tiene cabida
Dentro de la economía gig no todo es remoto, también tienen cabida aquellos trabajos en los que el freelance tiene que desplazarse a las dependencias de quien lo ha contratado para hacer las tareas encomendadas.
Un ejemplo claro de esto es el sistema de trabajo de los conductores de plataformas como Uber o Cabify. Son personas que trabajan por su cuenta, pero no están en la misma situación que los nómadas digitales.