Los buñuelos son, junto con los churros y porras, una de las masas fritas más populares de la gastronomía española y de otras partes del mundo. Existen multitud de variantes de esta receta, tanto dulces como salados (p.e.: los de bacalao), en forma de rosca o esférica. Todos ellos realmente deliciosos, fáciles de hacer, y muy rápidos.
En cambio, esta receta tan barata y sencilla necesita de algunos cuidados especiales y detalles para que salgan perfectos, como le ocurre a las croquetas. Por ejemplo la forma de freírlos sin que se rompan, cómo evitar que queden aceitosos, conseguir la consistencia de la masa adecuada, etc.
3La forma y tamaño influye
La forma y tamaño también importan en tus buñuelos. Algunos lo hacen en forma redondeada, otros usan moldes para hacerlos con agujero en el centro en forma de rosco. Esto es cuestión de gustos, en cambio, el grosor de la masa sí que interfiere en el resultado. Una masa más gruesa puede quedar algo más cruda y jugosa por el centro.
Si los haces demasiado pequeños se dorarán demasiado, y el dorado puede tapar el sabor del buñuelo, especialmente en aquellas masas que no tienen demasiado sabor. Generalmente tienen que tener un tamaño considerable, para que queden con una textura agradable.