viernes, 22 noviembre 2024

La CNMV avisa a Audax y pone coto a las ventas antes de resultados

La compraventa de acciones por parte de los directivos de una compañía suelen ser habituales, pero ya no podrán hacerlo cuando estimen oportuno. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha tomado buena nota de los movimientos, algunos de ellos son recientes y escandalosos. José Elías, presidente de Audax, vendió acciones de la compañía antes de la publicación de las últimas cuentas. La acción de la fotovoltaica se desplomó más de un 13% en esa jornada.

Hasta ahora, el regulador bursátil prohibía a la cúpula directiva, así como a cualquier otra persona conocedora de las cuentas directa o indirectamente, comprar o vender acciones durante el mes anterior a la fecha de presentación de las cuentas anuales. Esta norma no aplicaba a ninguna otra rendición de cuentas intermedia. De esta forma, el veto sólo se realizaba a principios de año, siempre y cuando la información trimestral no contuviera información privilegiada. En este caso, sí que está prohibido realizar operativas con acciones de la propia compañía.

A partir de ahora, según ha especificado el regulador bursátil, los directivos del consejo de administración no podrán vender ni comprar acciones de la compañía en los resultados pertenecientes al segundo trimestre del año. Es decir, durante el verano, la cúpula empresarial no podrá desprenderse de acciones. Como ocurría antes, siempre y cuando los resultados trimestrales no contengan información privilegiada.

POR QUÉ LA CNMV NO PROHÍBE LA OPERATIVA EN TODOS LOS TRIMESTRES

De esta forma, la CNMV permite a los altos cargos poder realizar cualquier tipo de operativa con los resultados de marzo y septiembre. Este veto temporal se impuso por primera vez en 2016, en la última parte del mandato de Elvira Rodríguez.

seguro de salud para empleados de la CNMV

Según las nuevas reglas, se prohíbe la compraventa de acciones no sólo a los miembros de la junta directiva, sino también a las personas conocedoras de los resultados, como serían quienes trabajan en el departamento de contabilidad y administración, entre otros.

Además, la CNMV recuerda que pese a la exención de publicar las cuentas trimestrales, los empleados y miembros de la junta directiva de las cotizadas con sede en España conocedores de la información privilegiada de los informes trimestrales tampoco podrán realizar operativa alguna con las acciones de la compañía durante los 30 días anteriores a la presentación de resultados.

«Todas las personas que conozcan dicha información, con independencia de que sean o no personas con responsabilidades de dirección, deben abstenerse de operar sobre el valor en cuestión mientras la información no sea pública», ha destacado el regulador presidido por Rodrigo Buenaventura. Este veto no se aplicará a las «publicaciones voluntarias» correspondientes a marzo y septiembre.

EL CASO SANGRANTE DE AUDAX

La CNMV ha endurecido su normativa sin explicación alguna, ni tampoco ha dado a conocer el por qué no se amplia al resto de presentación de resultados. Sin ir más lejos, José Elías, el dueño de Audax, ha realizado esta operativa precisamente antes de rendir sus pérdidas a inicios de octubre de este año.

Según los propios registros de la CNMV, Elías vendió 700.000 títulos entre finales de septiembre y principios de octubre de este año, a un precio de 2,1 euros y justo antes de presentar sus cuentas. Tras dar a conocer sus pérdidas de más de 3,6 millones de euros, el valor de la acción ha entrado en una espiral bajista. Desde que dio a conocer sus números rojos ha perdido más del 30%, y aún podía haber aumentado este descenso en 5 puntos adicionales si se calcula hasta los mínimos de este mes de octubre.

EL CEO DE PFIZER TAMBIÉN VENDIÓ ACCIONES ANTES DE PUBLICAR INFORMACIÓN PRIVILEGIADA

Las malas cifras se sumaban al incremento de la deuda financiera neta, que subía un 83% en los primeros seis meses del año, hasta los 373,52 millones de euros. Con la nueva normativa de la CNMV, Elías no habría podido hacer estas ventas.

Otro de los casos recientes más sangrantes es el del CEO de Pfizer, aunque Albert Bourla no está sujeto a la normativa de la CNMV. Este directivo vendió el 62% de sus acciones de la farmacéutica alemana por valor de casi 5,6 millones de dólares el mismo día en el que la empresa dio a conocer la efectividad de su vacuna tras los primeros 28 días del tratamiento. El mercado se contagió de esta euforia y el sector bancario, junto con la empresa, se disparó en Bolsa. Según el comunicado a la SEC, el empresario se desprendió de 132.508 acciones por valor de 41,94 euros cada una.


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