A falta de pocas semanas para que concluya el mayor Expediente de Regulación de Empleo (ERE) lanzado por el Banco Santander en toda su historia, que afectará a más de 3.500 trabajadores en España, un rumor corre como la pólvora en las dependencias de la Ciudad Financiera de Boadilla donde el grupo tiene su sede corporativa. Se trata de la posibilidad de que la entidad que preside Ana Patricia Botín realice otro ajuste de plantilla en nuestro país el próximo año, un nuevo ERE con peores condiciones que el actual y que ayudaría a la entidad a completar el proceso de reducción de costes en el que está inmersa.
Así lo han confirmado a MERCA2 fuentes internas del departamento de Recursos Humanos del Santander, así como varios empleados a los que se les ha trasladado que si no aceptan acogerse al actual ERE podrían ser obligados a salir del grupo el próximo año, en un nuevo proceso de bajas cuyas líneas maestras están comenzando a definirse en estos momentos.
Estas mismas fuentes indican que el ajuste laboral que concluye el próximo 31 de diciembre está en el periodo de salidas forzosas, es decir, «aquellos trabajadores del Banco Pastor que fueron invitados por Recursos Humanos para solicitar la salida voluntaria y que no lo han hecho», así como «algunos de Banco Popular en la misma situación».
La idea es que «después se produzcan las jubilaciones individuales pactadas, para lo cual el grupo ha reservado un cupo y que luego se realicen despidos disciplinarios o por baja productividad«. Sería entonces cuanto «la dirección presentaría el nuevo ERE», indican.
Oficialmente el banco niega que se vaya a producir este escenario pero lo cierto es que el pasado abril, durante la presentación de los resultados del primer trimestre del año, el consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez, no descartó plantear un nuevo ajuste de plantilla (sería el cuarto en los últimos seis años) debido al cambio en el comportamiento de los clientes, que cada vez demandan más servicios digitales y menos presenciales.
«Estamos en un proceso de transformación. Tratamos de tener un modelo de banco y de distribución acorde al comportamiento de los clientes. Ahora tenemos un modelo donde la transaccionalidad en las oficinas ha caído fuertemente y sigue cayendo hacia el modelo digital y los cajeros, y es una tendencia creciente», señaló el directivo, tras admitir que el Santander «adaptará lo que tenga que adaptar» para prestar servicios de mayor valor añadido, aumentar la rentabilidad y la remuneración a los accionistas.
ERE ACTUAL: 99,5% DE SALIDAS VOLUNTARIAS
En cuanto a la marcha del actual ajuste de plantilla un portavoz oficial del Santander asegura a este diario que «el proceso ha culminado ya con un 99,5% de salidas voluntarias». Esta declaración concuerda con lo expuesto por CCOO el pasado julio. El sindicato mayoritario en el banco publicó un comunicado en el que apuntaba que tan sólo 19 personas habían entrado en el ERE fuera de la fase voluntaria. Además, destacó que siete de cada diez salidas totales corresponden a personas de más de 50 años y que se cerrarán 1.000 oficinas en el conjunto del presente año.
«CCOO valora de manera positiva la finalización de un expediente que se ha resuelto prácticamente en su totalidad en su fase voluntaria. Vistos los datos y las personas afectadas (3.572) es evidente que estamos ante un proceso que implica un cambio de modelo que ha afectado de manera más intensa a los perfiles de carácter administrativo y operativo que, o han salido en el ERE, o han sido reubicados en otras funciones en empresas del grupo o Santander Personal», explica el sindicato que pactó las condiciones con la entidad.
DUPLICA PROVISIONES PARA AJUSTES EN EUROPA
Otro elemento que respalda los temores de los empleados de la entidad es que el grupo ha ampliado las provisiones destinadas a financiar los recortes laborales en Europa. En sus cuentas del primer semestre de 2021 el grupo informó que ha realizado una provisión para reestructuraciones que asciende a 1.114 millones de euros, aunque especificó que Los ajustes se llevarían a a cabo principalmente en Reino Unido y Portugal.
Esta cifra supone el doble de la prevista en los estadios financieros del primer trimestre, que era de 530 millones de euros, repartidos entre los ajustes de Reino Unido (293 millones) , Portugal (165 millones), Centro Corporativo (56 millones) y los 16 millones de Digital Consumer Bank.
El aumento de las provisiones para recortes laborales responde a la estrategia «One Santander», que supone la creación de un nuevo modelo operativo y de negocio común que afectará a todos los mercados y que ya ha comenzado a implementarse en Europa. Teniendo como efecto más relevante una reducción de costes en sus cuatro principales mercados en el Viejo Continente: España, Reino Unido, Polonia y Portugal. En la actualidad el principal mercado del banco es Brasil, responsable de casi un tercio del beneficio del grupo, seguido por Estados Unidos y Reino Unido.
CAIXABANK GANA A SANTANDER EN ESPAÑA
En cuanto al mercado español, la reciente integración de Bankia y Caixabank ha provocado que el Santander pierda su lugar de privilegio y una vez que se complete la fusión, la entidad que preside Gonzalo Gortázar tendrá 5,6 millones de clientes más que el banco que dirige Botín según el cálculo realizado a partir de los datos facilitados por ambos grupos al cierre de junio. Los siete millones de clientes de la antigua entidad madrileña han permitido a la catalana adelantar al Santander en nuestro país.
Si finalmente se aprueba otro ERE en el banco de la llama los accionistas podrían ver cómo los títulos de la entidad suben en Bolsa, ya que los ajustes de costes suelen sentar bien a las cotizaciones, sobre todo si se ven acompañadas –como es el caso– por un jugoso dividendo.
De hecho hace dos semanas el consejo de administración del banco anunció su decisión de fijar una retribución al accionista a cuenta de los resultados de 2021 mediante un dividendo en efectivo y una recompra de acciones por un valor total de unos 1.700 millones de euros, equivalente al 40% del beneficio ordinario del primer semestre de este año. El anuncio se produjo tras la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de levantar la recomendación de restringir la remuneración al accionista, vigente hasta el pasado 30 de septiembre.