La recta final de 2021 se ha presentado con importantes anuncios en el sector de los medios de comunicación. Habrá nuevos actores en un momento clave para la sociedad donde, más que nunca, se necesita de un periodismo valiente para decir lo que a veces otros no se atreven. Para entender el contexto, el máximo responsable del Grupo Intereconomía, Julio Ariza, expone todas las claves para entender el futuro.
El otoño ha llegado caliente con multitud de medios de toda clase y condición, ¿hay hueco a nivel de audiencia para todos?
El hueco te lo van a dar los espectadores y los lectores. Si tú consigues que tus espectadores te paguen tu producto… Tienes que tener un capital inicial. En la televisión y en la radio es más difícil porque necesitas unas licencias administrativas que dependen del poder político de turno. En internet no. Mañana puedes poner una página y tirar hacia delante y poner en marcha ese núcleo de información. Si consigues que tus espectadores, tus oyentes, tus lectores, en libertad, te aporten la suficiente financiación para que eso pueda subsistir y sea sostenible es que vales la pena. Si no, cierra.
Nosotros, en El Toro Televisión, hace seis años nos dimos cuenta de que no íbamos a ser capaces de conseguir la publicidad necesaria para que la televisión se sustentara. ¿Por qué? Los medios de medición de audiencias, concretamente Kantar, están en manos de un monopolio que coincide desde el punto de vista empresarial con los intereses en otras televisiones (en este caso, La Sexta). Por tanto, si tu competidor es quien mide tu audiencia, es mejor buscar otros sistemas de medición u otro sistema en el que poner tu producto.
«No existe en el mundo ninguna televisión que se sustente con las cuotas de sus espectadores»
Y otra cosa. Si tú eres un medio de comunicación que te opones a lo políticamente correcto; es decir, te opones al feminismo radical, a los lobbies LGTB, si te opones al independentismo en España, te encontrarás con que muchos de los gestores de grandes compañías que deciden cómo invertir la publicidad de esas empresas te van a excluir de sus campañas. Eso es así, sabíamos que iba a ser así y pusimos en marcha el Club de Amigos de El Toro Televisión, que es quien sostiene la televisión. Son los espectadores los que de forma voluntaria la sostienen. No existe en el mundo ninguna televisión que se sustente con las cuotas voluntarias de sus espectadores. Hemos hecho algo único en el mundo, nos anticipamos.
Ahora muchos de los medios, especialmente en la izquierda, luego recurrieron a la financiación de los lectores cuando pocos años antes se habían reído y burlado de nosotros. Nos llamaban limosneros, pedigüeños… y poco después reconocieron que nuestro modelo tenía sentido porque era pedirle al espectador un reconocimiento explícito de que lo que estaba viendo en la televisión valía la pena.
En la parte publicitaria, los gigantes americanos como Facebook o Google cada vez ganan más terreno, ¿no habría que ponerles algún tipo de límite?
Hay que reconstruir internet. Tenemos que hacerlo mucho más humano y que esté más en sintonía con la naturaleza humana, mucho más respetuoso con la dignidad del ser humano. Y tenemos que reencontrarnos con un sentido del respeto a las personas, no solamente a su presunción de inocencia, que es un principio jurídico reconocido en la Constitución, sino que hay un derecho al honor, a la imagen de las personas.
Esa expresión del ‘homo homini lupus’ se ha convertido en una realidad cruel en nuestra sociedad. Somos capaces, y no hay más que asomarse a las redes sociales, de insultar sin ninguna contención a cualquier persona que no opine lo mismo que nosotros. A destruir, a destripar, a despellejar, a amenazar… esto es una constante en las redes sociales. Y me parece que esto es una degradación moral que acaba por producir una fractura social, como ya se ha producido y se está produciendo en muchos países. Y esa fractura social no para ahí. Sino que puede acabar en manifestaciones más violentas de las personas.
Periodismo y política se han mezclado, en ocasiones, de manera indivisible, ¿debería mantenerse cada uno en su parcela de manera más diferenciada?
Sí. Lo que pasa que periodismo y política comparten visiones antropológicas. Yo soy de los que cree que un medio de comunicación no tiene que ser neutral. Un medio puede tener una línea editorial y de hecho todos la tienen. No conozco medios de comunicación neutrales. Porque, o bien se mueven por intereses económicos que regulan sus apuestas informativas, o bien se mueven por intereses ideológicos, por una especie de panoplia de valores y de creencias. Tanto en los intereses económicos como los intereses de las ideas, la política y el periodismo tienen elementos comunes.
Periodismo y política comparten visiones antropológicas
Tú puedes encontrarte con medios de comunicación que comparten un sistema de valores o una visión antropológica de la sociedad y que, por tanto, pueden sentirse más proclives a mostrarse conjuntamente. Pero hay que poner una premisa para el periodismo: y es la verdad. No es que la verdad no te pueda estropear un buen titular; es que que el partido político de turno te cae más simpático no te puede impedir contar la verdad de las cosas.
Y el eterno debate… ¿se hacía antes mejor contenido de TV, o en prensa?
La televisión -en una parte de la historia de España- fue extraordinariamente buena. Hay una etapa de TVE extraordinariamente buena y hay una etapa del periodismo escrito en la historia de España también extraordinaria, en torno a los años 30. Y a partir de ahí ha habido un envilecimiento de los contenidos de televisión y papel fruto de la inexistencia de editores que tuvieran algo más que el interés de ganar dinero en sus empresas.