El pasado 13 de septiembre se cumplieron treinta años del deslumbrante debut de Ángel Garó en el ‘Un, dos, tres… responda otra vez’. TVE había rescatado en aquel 1991 el mítico concurso para frenar el ímpetu de las privadas.
Y el show dirigido por Chicho Ibáñez Serrador lo logró gracias a apuestas como la de Jordi Estadella, elegido como presentador del concurso por su éxito al frente del espacio de chistes ‘No te rías, que es peor’, y de la de Garó, que con personajes como Pepe Itárburi deconstruía aquellos mismos chistes.
Estadella contó que la elección de padre de Juan de la Cosa se debía a la intención de Chicho de seguir apostando por nuevas voces de la comedia española, tal y como había hecho años atrás con Tricicle o La Trinca. Y Garó le devolvió la confianza con un éxito muy llamativo. Y lo fue porque la vanguardia que el gaditano defendía sobre las tablas contrastaba con el reparto costumbrista del ‘Un, dos, tres…’.
Para hablar de este fenómeno hemos contactado con Ángel Garó. Y la conversación no tiene desperdicio. Pasen y lean:
Vayamos al momento anterior antes al boom. ¿Cómo eras antes del éxito del ‘Un, dos, tres…’?
Con 23 años me había marchado desde La Línea de la Concepción a Madrid con la intención de dedicarme al mundo del espectáculo. Y, entre que lo lograba, había tenido que hacer diversos trabajos alimenticios: diseñador de moda, relaciones públicas de una discoteca, etc.
Cuando me llamó Chicho yo no tenía demasiadas esperanzas en triunfar porque un año antes me había estrellado en la gran apuesta que hizo el empresario Julián Reyzábal por mi humor en la sala Cleofás, ‘Catedral’ del humor que había servido de trampolín para Tip y Coll, o Martes y Trece. Yo además había debutado en 1989 con Hugo Stuven en TVE sin gozar de demasiada continuidad.
Pero aun así miembros del equipo de Chicho fueron a verte.
Así es. Y al año siguiente yo era la persona más famosa de España.
¿Cómo te tomaste aquella fama? ¿Te lo creíste?
Te lo tomas mal. Yo creo que no me lo creí. Pero me costó entender que un año antes, en la Cleofás, era malísimo y poco después me convertí para algunos en un héroe. Lo cierto es que tras el debut en el ‘Un, dos, tres…’ yo no podía salir a la calle. Y lo que hice fue intentar canalizar la fama a nivel laboral.
Después del ‘Un, dos, tres…’ arrasaste con un especial teatral en TVE llamado ‘Personas humanas’, diseñaste un proyecto que no llegó a estrenarse en Antena 3 y presentaste un concurso en Telecinco, ‘Sí o no’.
Por ese concurso estuve nominado junto a Jesús Hermida y Pepe Carroll a los Premios TP. ¿Que qué paso en Telecinco? Que me fichó Valerio Lazarov poco antes de que lo echasen y cuando llegué ya estaban los italianos.
Sobre el proyecto de Antena 3, al igual que en otros asuntos, creo que tener una personalidad fuerte que me diferencia del resto. Y esto me hace pasar por el desierto. Yo soy un artista, socio premium de la Sociedad General de Autores, y ni me dejo manipular ni soy un juguete con el que algunos pueden divertirse.
Después estuviste doce años trabajando para José Luis Moreno. ¿Todo en orden?
Me trató de forma estupenda. Estuve muy cómodo trabajando para él. Y, al igual que Chicho, me dejó utilizar mis guiones sin ningún tipo de cortapisas.
El humor que despliegas en ‘Noche de fiesta’, los sketches de Maruchi, ¿fueron un paso atrás respecto a tus personajes del ‘Un, dos, tres…’?
Al revés. Fueron un paso adelante. Ten en cuenta de lo adelantado de esta sección: yo interpretaba a una mujer que le decía maldades a su amiga alemana, interpretada por mi hermana. Luego del programa de Moreno algunos dicen que era hortera… No sé. En mí caso, estoy muy contento con el trabajo que realicé.
No tuve ningún problemas. Y pocas veces los he tenido excepto en algunos programas donde tratan mal a primeras figuras como Antonio Canales (‘Sálvame’). También es cierto que hay que defenderse e ir bien acompañado a estos programas.
Y, te cuento, yo a la representante que llevé a ‘La última cena’ la he tenido que despedir después de que firmase un contrato con una cláusula que permitió que incumpliesen su acuerdo para que cocinase en el programa.
Donde se te ha visto cómodo es en la serie ‘Veneno’.
‘Los Javis’, que son verdaderos artistas, me han ofrecido un gran papel. Yo la verdad es que estoy cansado de escribirme y dirigirme. Y me sienta muy bien ponerme en manos de personas con talento como estos dos chicos. Me llamaron para hacer un capítulo y acabé haciendo cuatro.
También está girando por festivales internacionales el cortometraje que he protagonizado, ‘La valija’ de Miguel Becerra. Y pronto podré contar que voy a hacer una película con una gran productora como Sony.
Entiendo que este éxito te viene bien para hacer frente a ‘Sálvame’, que te acusa de problemático.
Nunca en mi vida he tenido problemas en el trabajo. Yo cumplo mi trabajo, soy puntual y respeto a los compañeros. Es cierto que en algunos programas están acostumbrados a tratar con chusma o a entrevistar a gente que únicamente se ha acostado con famosos. Yo soy un artista y no entro en el juego.
También dijeron de mi admirada Mari Carmen y sus Muñecos que era antipática o intratable, cuando no es así. Ahora en ese programa (‘Sálvame’) dicen que hay un torero que se relaciona con prostitutas. ¿Y por qué lo tiene que contar?
Has denunciado la precariedad de algunos programas de Mediaset.
No están acostumbrados a tratar con estrellas, sino con gente sin demasiado currículum. Te cuento: la última vez que fui a Telecinco me tuve que arreglar en el vagón del baño del AVE. Y la gente, al verme salir, me aplaudió. Porque vieron a un artista maquillado y con una chaqueta militar que se preparaba para trabajar. Lo hice porque Mediaset quitó el servicio de maquillaje, dicen que por la covid19. Pero creo que es mentira.
¿Te duele no haber trabajado para la tele de tu tierra?
No es cierto: trabajé en los años noventa con Carlos Herrera. Lo es que es cierto, y me duele, es que Canal Sur nunca haya contado conmigo para presentar un programa.
En TVE sigue José Mota, a pesar de sus audiencias. ¿Os molesta a los cómicos que no haya demasiadas oportunidades para el resto?
A Mota no lo quería Chicho ni en pintura. Yo con Mota no tengo nada que ver. No hay más que vernos a ese señor y a mí. No digo quién es mejor ni peor. En TVE es cierto que no me dieron un programa ni cuando el ‘Un, dos, tres…’. Pero al menos Ramón Colom pagó el precio más alto que se gastaron en un especial con ‘Personas humanas’.
Hace unos días te leía que decías que te sorprendía que Mediaset permitiese los alegatos políticos de Jorge Javier.
Me extraña en general. No sé si a mí me permitirían salir a televisión a decir qué guapo soy. O qué no sé qué.
Una curiosidad: coincidiste con Penélope Cruz en la Escuela de Interpretación de Cristina Rota. ¿Cómo la recuerdas?
Tenía una voz gutural. Luego la ha trabajado. He visto con alegría sus éxitos en cine. También es cierto que siempre se relaciona muy bien con sus parejas cinematográficas… y no digo más.
¿Qué le pides al futuro?
Lo que Dios me dé como arista. Tengo 56 años y no espero nada. Pero tampoco descarto nada.