Vodafone se ha abierto a estudiar la posibilidad de cambiar el cierre de las 34 tiendas propias por una externalización del servicio, en el que están empleados 237 trabajadores.
Desde UGT Vodafone, se ha trasladado el rechazo a la medida, ya que consideran que esta medida es un «subterfugio» para abaratar el despido de estos empleados. Asimismo, el sindicato ha reivindicado la voluntariedad total como parte del ERE, planteado para 509 personas, y unas garantías «suficientemente extensas» para atraer a los compañeros que lo vean atractivo.
UGT ha defendido la necesidad de mantener el empleo en la operado debido a la excelencia del personal y a la carga de trabajo, una postura que no ha sido escuchada por el equipo negociador del operador. Por ello, la compañía ha señalado que para poder seguir negociando las condiciones del ERE es necesario rebajar el impacto en el empleo, para lo que se está estudiando la recolocación de vacantes del plan social.
Vodafone ha justificado el ERE por la alta competitividad del sector en España y la necesidad de virar hacia una compañía más digital.