domingo, 24 noviembre 2024

Ribera se borra frente al parón renovable y la dependencia de Francia

Lo que pasa en España será objeto de estudio en los libros de texto dentro de pocos años. El Gobierno de Pedro Sánchez, que tiene por bandera la Transición Ecológica, ha conseguido con su famoso ‘decretazo’ poner en riesgo el plan de transición energética de aquí al 2030, la inversión en renovables de las grandes eléctricas y la sostenibilidad de las centrales nucleares en sus últimos años de vida útil. Por si fuera poco, en los últimos días, el sistema eléctrico ha tenido que comprar más energía a Francia y, ante todo esto, la ministra Teresa Ribera se borra, todavía más, de la ecuación.

Mientras tanto, el precio de la luz sigue completamente desbocado marcando un nuevo récord con la impresionante cifra de 288,53 euros MWh este jueves 7 de octubre, un 26% de incremento en tan solo un día. España se encarrila en la peligrosa senda de los 300 euros el MWh. Será cuestión de días, o de horas, y el Ministerio para la Transición Ecológica sigue mostrando su incapacidad de previsión y su distanciamiento de la lógica.

Con los datos en la mano, parece evidente que no se pueden hacer peor las cosas, pero sí, de hecho se hicieron peor, al redactar mal el ‘decretazo eléctrico’ que, con el texto inicial perjudicaba gravemente a aquellas instalaciones con coberturas de precios y contratos privados de compra venta de energía, que podrían haberse visto abocadas a cerrar o a vender a pérdidas. Hubo que incorporar correcciones al texto a los pocos días de redactarlo.

En algo más de dos semanas se ha desinflado el supuesto efecto positivo de las medidas aprobadas en el Consejo de Ministros del 14 de septiembre para abaratar el recibo de la luz. Poco o nada queda del impacto favorable que vendió la ministra Ribera. Grandes inversores y pequeños ahorradores han visto cómo sus inversiones mermaban considerablemente con el desplome de las cotizaciones en Bolsa de Endesa e Iberdrola. Naturgy se salva por efecto indirecto de la opa parcial de IFM que, de facto, blinda su valor en el selectivo español, pero solo de forma provisional.

Con los derechos de emisión de CO2 en máximos históricos, el ‘decretazo’ eléctrico de Ribera ha puesto la puntilla al sector

Otros temen por sus empleos con la paralización de las inversiones previstas, por ejemplo, como está pasando con Iberdrola y la fuga del capital de los inversores extranjeros. En esta línea, Iberdrola ha paralizado los procesos de licitación en los nuevos proyectos renovables en España «hasta que podamos evaluar en detalle su viabilidad económica con las nuevas condiciones», según reconocían hace apenas unos días fuentes de la compañía a MERCA2.

Las duras críticas a la actuación de Teresa Ribera llegan desde todos los rincones tanto del sector energético como financiero. El pasado 17 de septiembre, el Royal Bank of Canada aseguraba, sobre la intervención del Gobierno de Sánchez a los beneficios de las eléctricas, que la medida «demuestra que no hay seguridad regulatoria para construir nuevas renovables en España y creemos que la única solución es que la regulación que está en vigor desde hoy no sea confirmada por una votación en el Parlamento o detenida en los tribunales».

LOS PARONES DE LAS RENOVABLES

Lo que se ha vivido este fin de semana es consecuencia del ‘hachazo’ intervencionista del Gobierno a las grandes eléctricas y solamente ha ocurrido lo que ellas mismas advirtieron que podría ocurrir. La energía eólica y la fotovoltaica estuvieron más de la mitad del domingo, concretamente 13 horas, sin producir por el efecto del ‘plan de choque’ aprobado por el Ministerio que lidera Ribera para frenar la escalada en el alza del precio de la luz.

Este parón se suma a las tres horas en el que ambas fuentes de energía quedaron fuera del mercado el pasado viernes por el efecto del citado paquete de medidas, mientras que, paralelamente, se han disparado las importaciones de electricidad (más concretamente energía nuclear, esa que no le gusta al Gobierno) desde Francia, que no hace más que aprovecharse de la errática política energética de un Ejecutivo a la deriva, que al entregarse en brazos de los dogmas de Unidas Podemos, está aterrorizando a los inversores ante la inseguridad jurídica que crea con las medidas que toma. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán lo califica como «intervencionismo terrorífico».

Así, el domingo día 3 de octubre y el viernes 1 de octubre se registraron 13 horas y 3 horas, respectivamente, en las que el precio del mercado estuvo por debajo del coste solar y del eólico, que con la incorporación del efecto de la detracción del RDL 17/2021, se sitúa en más de 115 euros por MWh.

CASCADA DE QUIEBRAS DE COMERCIALIZADORAS

El altísimo precio de la electricidad ya se ha cobrado sus primeras víctimas: las pequeñas comercializadoras. Más de una decena de estas empresas ha cerrado durante este año.

Distribuidora eléctrica de Montoliu, Holding Slovenkense Elektrarne, Energía Naranja SL, Trailstone, Elygas Power, Volsllum, Naturwatio, Iberred Solutions, Aldro Zero, Enigma Solar, Factor Integral Trading Services y la pública Energías del Zinqueta están dadas de baja como comercializadoras, según los registros públicos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Todas ellas han causado baja en el año del récord de los precios de la electricidad, algunas de ellas comenzaron a funcionar hace apenas un año, como Aldro Zero.

La causa principal se debe a los derechos de emisión de CO2, en máximos históricos, sin que la UE haya tomado ninguna carta aún sobre el asunto. Sin embargo, las fuentes consultadas por MERCA2, apuntan a que el decreto del Ministerio dirigido por Ribera ha dado la puntilla al sector.

LAS NUCLEARES PARARÁN EN NOVIEMBRE

Si en octubre estamos pagando ya el MWh a casi 290 euros, en noviembre la situación es susceptible de empeorar. Las centrales nucleares tienen programadas las paradas de tres reactores en las próximas semanas para recargar combustible lo que, en plena crisis de precios de la luz, no llega precisamente en el mejor momento.

Según el plan previsto, las paradas se van a solapar unas con otras durante el mes de noviembre. Con los futuros de la electricidad marcando precios muy superiores a los récords registrados, y en un contexto de tensión extrema en los mercados energéticos mundiales, sería deseable que se espaciaran en el tiempo esos parones. Esa decisión, las nucleares la dejan en manos de Red Eléctrica (REE), que tiene potestad para permitirlo.

Los reactores afectados son los de Cofrentes (Valencia), Ascó I (Tarragona) y Almaraz I (Cáceres). Y los tres tienen previsto el inicio de su recarga de combustible con pocos días de diferencia. Entre los tres suman unos 3.174 megavatios (MW) de potencia, lo que supone el 43% del total de esta fuente.

Las paradas suelen tener una duración de un mes. Esta situación puede empeorar más si cabe la actual tormenta de precios de la electricidad que azota al mercado europeo como consecuencia de la subida exponencial de la cotización del gas natural. Y España no puede permitirse más errores en una crisis energética tan grave como la actual.


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