El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha asegurado que el Consejo de Gobierno de la institución tiene previsto decidir en su reunión del próximo mes de diciembre sobre el futuro del plan de compras antipandemia (PEPP), cuya duración está prevista en principio hasta marzo de 2022, así como acerca de la necesidad de alternativas en función de la situación económica y de la pandemia.
«En diciembre decidiremos cómo se ajustará, dependiendo de los datos sobre la evolución de la pandemia. Es un programa extraordinario y si se normaliza la situación económica y la pandemia se difumina habrá cumplido su misión, pero será en diciembre cuando decidiremos si acabar en marzo y las posibles alternativas si las hubiera», ha señalado Guindos en su intervención en un coloquio organizado por el Club Empresarial ICADE.
Por otro lado, en cuanto a la evolución de la economía de la eurozona, el vicepresidente del BCE ha expresado su confianza en que los datos del tercer trimestre reflejen un crecimiento fuerte, una vez que la variante Delta de la Covid-19 no ha tenido un impacto adverso tan importante como se temía y la vacunación sigue aumentando.
«El impacto económico ha sido mucho más limitado que en olas anteriores», ha apuntado el exministro español de Economía y Competitividad, quien, sin embargo, ha advertido de que los últimos indicadores adelantados muestran que la aceleración de julio y agosto «ha perdido algo de fuerza».
En este sentido, Guindos ha subrayado que esta ralentización del ritmo de expansión se explica «no tanto por la pandemia, sino por un factor como las restricciones de oferta», incluyendo cuellos de botella, incrementos de costes de transporte y de la energía, «que está empezando a afectar a las manufacturas».
En cualquier caso, el vicepresidente del BCE ha apostado por que el crecimiento de la zona euro «va a ser fuerte», del 5% en 2021, cuando se espera que la región en promedio alcanzará el nivel de renta prepandemia en el último trimestre para crecer el 4,6% en 2022.