lunes, 25 noviembre 2024

El Gobierno fracasa en la recaudación del nuevo IRPF y la tasa Google

Las tasas Google y Tobin, aprobadas por el Gobierno para tratar de cuadrar sus cuentas, se han convertido en un fracaso absoluto de la recaudación. Estas dos tasas tan sólo han recaudado 277 millones de euros, cuando en su conjunto se esperaban ingresar cerca de 1.800 millones. De esta forma, el Estado tan sólo ha recaudado el 15% de lo previsto.

Asimismo, la subida de tramo en el IRPF para quienes obtengan ingresos por encima de los 300.000 euros tan sólo recauda 83 millones, en un país que supera el millón de personas con más de un millón.

La diferencia entre las estimaciones y las previsiones harían dudar de los objetivos, pero el problema de la recaudación no ha ido a mayores por los elevados precios de la luz y el IVA de estas facturas junto con las de los carburantes. De hecho, la recaudación por IVA se ha disparado un 16,5% respecto al 2020, cuando la economía estuvo cerrada tres meses.

Estas dos figuras tributarias se vendieron como un revulsivo. Ingresos extras debido al parón económico de la pandemia y a la necesidad de equilibrar las cuentas de gastos por la vía de los ingresos debido a la pérdida de recaudación por IRPF y por el Impuesto de Sociedades, las dos partidas más importantes, durante en 2020. La recuperación de estos dos impuestos en 2021 es notable. El IRPF recauda un 32% más, mientras que la recaudación del Impuesto de Sociedades se ha incrementado en un 18% tras la caída en las declaraciones correspondientes al pasado año.

TASA GOOGLE, TAN SÓLO UN 10% TRAS LAS ENMIENDAS

La tasa Google, como se denomina el nuevo tributo por diversos negocios digitales, tan sólo ha ingresado un total de 92 millones de euros entre enero y junio de este año. Esta figura, en vigor desde este 2021, debía sumar más de 960 millones a las arcas públicas a lo largo del ejercicio, pero se quedará muy atrás. De hecho, tan sólo es apenas un 10% del total.

Montero 1 Merca2.es

La tasa Tobin, por su parte, tan sólo ha engordado a las arcas públicas un total de 185 millones de euros. La estimación previa alcanzaba los 850 millones de euros en todo el conjunto del año, es decir, el nuevo tributo apenas representa el 20%.

Estos números dejan en entredicho las estimaciones en los Presupuestos Generales del Estado y ha provocado una desviación en la parte de los ingresos. Para tratar de enmendar la caída de ingresos, La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que habrá un nuevo ajuste fiscal en las cuentas del próximo ejercicio, aunque «no serán significativos». Además, ha afirmado que en este próximo año no se acometerá la reforma fiscal y es que las elecciones tanto municipales como generales mandan en 2023. No obstante, el Gobierno trabaja para modificar radicalmente el impuesto de Sociedades y fijar un tipo del 15%.

Asimismo, el Gobierno ha quitado hierro a la falta de recaudación de estos dos nuevos impuestos, que están fuera de los Presupuestos pero que servían en un inicio para engrosar las arcas públicas. «Las dos últimas figuras fiscales de nueva creación han ido independientes al proyecto de PGE», ha afirmado Montero. Así se vendió en el Congreso para poder introducir las enmiendas necesarias y por este motivo su aplicación se realizó con retraso, pero con retroactividad al 1 de enero.

CAMBIOS DE CALADO EN LOS NUEVOS IMPUESTOS

Según el propio Ejecutivo, las dos medidas tributarias han sufrido cambios «de calado» desde la presentación de las dos figuras tributarias, estimaciones incluidas, hasta su aprobación final. Por este motivo, han justificado la poca recaudación. La tasa Tobin, por ejemplo, sólo grava el saldo final del día, mientras se evita para las operaciones intradía.

Esto es, que si un operador cierra su posición antes del cierre del mercado no abona el impuesto, pese a ser operaciones más especulativas. Esta tasa grava el 0,2% de las operaciones de compraventa de acciones de empresas españolas con una capitalización superior a los 1.000 millones de euros, pero la salvedad del intradía perjudica notablemente la recaudación. Asimismo, la exención del 95% sobre las plusvalías y dividendos de participaciones y filiales tan sólo han dejado cuatro millones.

Menor relevancia está teniendo, a la espera de las liquidaciones correspondientes, la rebaja del 100% al 95% en las exenciones sobre dividendos y plusvalías de participaciones y filiales dentro del impuesto de Sociedades, que apenas deja cuatro millones de euros.

LA MODIFICACIÓN DEL IRPF SÓLO RECAUDA 83 MILLONES

Otro despropósito del Gobierno ha sido la recaudación por la modificación del IRPF en los actuales Presupuestos. El Ejecutivo obligó a tributar entre el 45,5% y el 50%, dependiendo de la Comunidad Autónoma, a quienes cobraban más de 300.000 euros. Este cambio tan sólo ha engordado las arcas públicas en 83 millones de enero a agosto.

Por otro lado, otro de los nuevos impuestos que ha entrado en vigor este año está tenido un mejor comportamiento. El gravamen sobre las primas de seguros ha alcanzado los 276 millones. Este impuesto se ha incrementado en dos puntos en un año de récord en la firma de seguros debido al coronavirus. El tomador del seguro abona un 33% más que hace un año, al pasar del 6 al 8 por ciento. Por otro lado, el impuesto a los refrescos y bebidas azucaradas suma otros 137 millones.

Por otro lado, el Impuesto de Sociedades correspondiente a 2020 es una radiografía de las consecuencias derivadas de la crisis sanitaria y las restricciones, algunas de ellas inconstitucionales, impuestas durante el pasado año. Así, las declaraciones anuales han descendido con fuerza, un 7,9% menos, más de 500 millones menos. En total, se han recaudado 5.870 millones de euros. Las grandes empresas y grupos han descendido su aportación en un 4,6%, hasta los 2.650 millones.

LAS GRANDES EMPRESAS APORTAN CASI EL DOBLE QUE LAS PYMES

Las pymes, por su parte, tan sólo han aportado un total de 3.220 millones, un 10,4% menos. En total, la caída de ingresos por la declaración de este impuesto es un 6,6% inferior a la del pasado 2020, hasta un total de 6.207 millones.

La tributación, por su parte, ha arrojado un total de 126.204 millones, un 18,6% más. Los impuestos representan el 83% del total. Mientras suben estos ingresos para el Estado, el Gobierno continúa con la escalada del gasto público, que se sitúa en los 176.735 millones de euros. La diferencia entre ambos se está sufragando con deuda pública, que alcanza récords históricos. La deuda sobre el PIB se sitúa en el 122,8%, un incremento de más de 30 puntos respecto al cierre de 2019.

Por este motivo, el déficit público vuelve a dispararse por encima del 4%, tras subir un 16,8% en agosto respecto al mismo mes del pasado año. Teniendo en cuenta la actuación de las administraciones públicas, sin contar con la local, el déficit público alcanza el 4,32%.


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