El diseño y desarrollo del nuevo vehículo blindado del Ejército de Tierra amenaza con provocar un conflicto diplomático entre Israel y España debido a la discrecionalidad en las adjudicaciones de contratos que benefician a socios de Indra. Al menos eso es lo que indican contratistas españoles de empresas israelíes, que denuncian la existencia de un trato de favor que beneficia a compañías que no cumplen con los requisitos técnicos necesarios para resultar adjudicatarias, a pesar de lo cual el ministerio de Defensa les otorga contratos millonarios.
El caso más evidente (hay algunos más) es el de la empresa Escribano Mechanical & Engineering colaborador estrella de Indra que forma una alianza con la empresa que dirige Ignacio Maitaix y con la división española de la italiana Leonardo (proyecto TRIUM-DRS). Estas empresas anunciaron su alianza en 2019 para impulsar el mercado europeo de Defensa y anunciaron su apuesta para desarrollar una torre remota de 30 milímetros para el futuro Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8×8 Dragón, el programa más importante del Ejército de Tierra en estos momentos.
En junio de 2020 el Gobierno sacó a concurso el contrato por un importe de 2.083 millones de euros para construir 348 vehículos de este tipo para el Ejército de Tierra y hacerse cargo tanto del mantenimiento como del “apoyo al ciclo de vida” y su comercialización internacional. De ese importe, unos 250 millones de euros correspondían solamente a la torre de armamento.
A la concesión de este contrato aspiraba también Pap Tecnos, filial de la israelí Rafael y que lideraba un pool de once compañías, entre las que que destacaban la electro-óptica Tecnobit-Grupo Oesía, las electrónicas Mades e Insyte, las empresa de cableado SCP Sintersa e ICM y las compañías Aciturri, Delta Vigo, Inmapa, Inespasa y Mecánica de Precisión Tejedor. Todas ellas bajo la dirección de Pap Tecnos diseñaron la estación de armas bautizada como “torre Toledo 30S” y en el proyecto presentado garantizaban que el 70% de la producción se realizaría en España y que se generarían más de 700 empleos en siete comunidades autónomas.
Tras varios años de trabajo la filial española de Rafael estaba segura de que su proyecto era mucho mejor que el de Escribano Mechanical & Engineering, no sólo en el aspecto técnico sino también en el económico. Fuentes militares españolas aseguran a MERCA2 que “el socio de Indra tuvo muchos problemas en el desarrollo de la torre, llegando incluso a producirse contratiempos de calado, como por ejemplo que en las pruebas mecánicas la torre sólo podía funcionar con el vehículo parado porque en movimiento fallaba”.
CONFLICTO DE INTERÉS EN EL VCR 8X8 DRAGÓN
Sin embargo, a pesar de estos problemas y algunos otros que todavía no han salido a la luz, el Ministerio de Defensa adjudicó el contrato a la empresa de ingeniería presidida por Javier Escribano. Y en ese proceso de concesión tuvo un papel determinante el consorcio TESS Defense, encargado de analizar las diferentes propuestas presentadas y grupo al que el departamento ministerial que dirige Margarita Robles encargó la gestión de los trabajos para producir el VCR 8×8 Dragón. Y se da la circunstancia de que en ese consorcio está la propia Indra.
Ante este evidente conflicto de interés Pap Tecnos decidió el pasado julio presentar un recurso de reposición ante la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del ministerio de Defensa. En el documento indica que la adjudicación “resulta contraria a Derecho porque se han infringido de forma manifiesta e insubsanable las normas y principios del procedimiento de selección del suministrador y, adicionalmente, la torres remotas de 30 mm seleccionadas incumplen de manera manifiesta los requerimientos técnicos exigidos en el procedimiento, poniendo en riesgo el programa y la seguridad de los usuarios”.
En el citado recurso, la filial de Rafael afirma que Escribano Mechanical & Engineering “fue invitado a participar en el concurso por tratarse de un accionista de TESS Defence, pese a no haber participado en el programa de reducción de riesgo” y que “ha presentado un sistema de armas que incumple el requisito de madurez tecnológica exigido”.
En este sentido, según explica a MERCA2 la gerente comercial de Pap Tecnos, Mónica Rial, el proyecto del socio de Indra “presenta un producto todavía en fase de desarrollo, sin certificar el imprescindible blindaje y sin integrar el misil Spike”, que es un elemento fundamental según se establece en los documentos de la solicitud de oferta facilitados por Tess Defence a los licitadores.
LA CUESTIÓN SE DIRIMIRÁ EN LOS TRIBUNALES
Hasta el momento el departamento ministerial que dirige Margarita Robles no ha dado ninguna respuesta ante el recurso presentado, a pesar de que ya han pasado más de dos meses desde que entró en el registro. “Es inaudito que después de haber estado varios años trabajando en un proyecto de esta envergadura, realizando con éxito todas las pruebas y demostraciones, y presentado la oferta económica más atractiva ni siquiera se nos conteste a nuestro requerimiento”, señala Rial. En el caso de que el Gobierno decida mirar hacia otro lado los servicios jurídicos de la empresa “estudiarán llevar el caso a los tribunales”.
El problema es que estas acusaciones de trato de favor han generado una desconfianza e indignación en las autoridades israelíes que amenazan con crear conflictos diplomáticos en el seno de la OTAN.
«España no es un país serio, que no hay seguridad jurídica y que es más importante los contactos y los amigos que la profesionalidad»
Las fuentes militares consultadas por MERCA2 aseguran que “en estos momentos tanto el ministerio de Defensa de Israel como los contratistas privados consideran que España no es un país serio, que no hay seguridad jurídica y que es más importante los contactos y los amigos que la profesionalidad, lo cual en un ámbito tan sensible como el militar es muy grave”.
Preguntada por esta cuestión, la gerente de Pap Tecnos confirma que existe este descontento y añade que otro de los elementos que no le gustan a las autoridades militares israelíes es que la empresa que preside Javier Escribano presuma de haberles ganado un contrato que, según el recurso presentado, ha sido logrado mediante una concesión irregular.
Por su parte fuentes de TESS Defence niegan todas las acusaciones y defienden la limpieza de la adjudicación, así como la calidad técnica de la torre elegida: «no se ha producido ningún conflicto de interés y durante todo el proceso Indra ha respetado escrupulosamente la legalidad y las mejores prácticas de cumplimiento. Y sobre la madurez de la torre Guardian 30, esta ha pasado de forma sobresaliente todos los test y pruebas a las que se ha sometido, validadas por el cliente nacional».
CONEXIONES POLÍTICAS: PSOE, CNI Y OTAN
En el sector de los contratistas de Defensa europeo se observa este caso con expectación ya que el socio de Indra enfrentado con la filial de Rafael ha logrado en los últimos años un ascenso meteórico que algunos atribuyen a sus importantes conexiones políticas, logrando incluso la concesión por parte del Ministerio de Sanidad de un contrato para fabricar 5.000 respiradores para hacer frente a la crisis del coronavirus y que habían sido patentados por otra compañía (Hersill).
Uno de los consejeros de la firma es Miguel Ángel Panduro Panadero, hombre puesto por José Bono al frente de la empresa pública Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España SA (ISDEFE) durante ocho años. En la actualidad también se sienta en el consejo de Hispasat (por mediación de Red Eléctrica) y en el de Airbus DS Geo, compañías que trabajan estrechamente con el Ministerio de Defensa y que están sometidas al escrutinio de los servicios de inteligencia españoles (CNI).
Otro de los elementos clave para explicar el crecimiento de Escribano Mechanical & Engineering es que uno de sus principales accionistas es un fondo soberano que el ministerio de Finanzas del sultanato de Oman utiliza para canalizar sus ingresos procedentes de la venta de petróleo. Se llama State General Reserve Fund y, aunque sus directivos aseguran que tiene exclusivamente vocación financiera, lo cierto es que su presencia ayuda a lograr contratos en el seno de la OTAN.
El fondo entró en el capital de la empresa española en 2016 con la adquisición del 32,2% de las acciones tras firmar un acuerdo que contemplaba la constitución de una joint venture denominada Escribano Middle East LLC formada entre Escribano y Tannia, el fondo de pensiones de las Fuerzas Armadas de Omán.