Los oídos de los perros son unos de los más sensibles y agudos del reino animal. Pueden registrar hasta 35.000 vibraciones por segundo, y gracias a los 17 músculos de sus orejas (dependiendo de la raza), pueden localizar rápidamente el origen de los sonidos. Sin embargo, esta capacidad auditiva, que en su naturaleza de cazadores es una ventaja, en el ámbito doméstico puede convertirse en una tortura. Por eso, las personas que conviven con perros, deben procurar favorecerles entornos lo más tranquilos posibles y evitar esos sonidos que no solo pueden resultarles molestos, sino que incluso pueden ser dolorosos, especialmente los agudos.
3EL UMBRAL DEL DOLOR PARA PERROS ESTÁ EN 80DB

Debido a su gran sensibilidad auditiva, a los perros no les gustan los sonidos fuertes. No solo les pueden provocar sufrimiento emocional, como estrés, ansiedad o terror. A partir de los 80dB, su oído alcanza el umbral del dolor, y como hemos visto en la tabla anterior no es difícil alcanzar ese nivel, viviendo en una ciudad cualquiera, e incluso en el día a día del hogar de cualquier familia. Es cierto, que muchos han conseguido adaptarse a la vida en el entorno humano, y pueden sobrellevarlo hasta cierto punto, lo que no significa que no debamos estar pendientes cuidarles en este sentido.