Aunque la vemos en las cartas de muchos restaurantes, e incluso encontramos etiquetada la carne como de buey en muchas carnicerías, ¡qué difícil es encontrar carne auténtica de buey en el mercado! Y no lo decimos por otro motivo que porque, a menudo, tiende a darse como chuletón de buey cuando simplemente es vaca, pero disfrazada de este animal. Y no, por supuesto que no sabe igual.
Así, los expertos en la industria cárnica dicen que un buey apto para carne no es solo un macho castrado. Tiene que haber sido castrado muy joven, ha de tener al menos siete años de edad y es preciso además que haya trabajado. Si no, la carne no vale porque es demasiado dura. De ahí que normalmente se quiera dar el pego. Ahora bien; ¿cómo si saber si un chuletón es de buen autétentico? Lo conocemos desde MERCA2.
4Diferencia la carne de buey al instante: color, sabor, textura…
La venta indebida de carne pone sobre la mesa una problemática complicada de parar a gran escala. Sin embargo, puede ser afrontada a nivel de usuario, solo hay que saber diferenciar la carne de buey de otras carnes. En principio, una de las claves está en el color. Porque no; no todas las carnes tienen el mismo color, ni mucho menos. Y la que tiene que ver con la de buey, ya sea en forma de chuletón u otra, tampoco lo es.
Así, el producto esta carne luce un rojo más intenso, proporciona un sabor más fuerte y alardea de una textura totalmente diferente en la boca. Las infiltraciones de la grasa, visibles en este tipo de carne, son las responsables de que un usuario las pueda identificar por la vista, pero también que las pueda disfrutar en boca por la jugosidad asociada a ellas.