La petrolera de Antonio Brufau está de dulce. El aumento del precio del barril de crudo debido a la caída en las reservas de Estados Unidos ha ido de la mano del rally alcista que Repsol ha experimentado en la última semana. En este período los títulos de la compañía han acumulado una revalorización de más del 6%, cotizando en torno a los 10 euros por acción. En lo que va de 2021 Repsol ha aumentado un 25% su valor en el Ibex 35 y se va acercando poco a poco a máximos anuales.
La Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés) anunció el miércoles la caída en 6,4 millones de unidades los inventarios de barriles de Estados Unidos, el doble de lo esperado por algunos analistas. El organismo también informó del descenso de sus inventarios de gasolina en 1,9 millones y de los destilados en 1,7 millones.
Esta situación se debe a los cierres en refinerías y plantas petrolíferas marinas producidos a consecuencia del huracán Ida, principalmente en la zona del Golfo de México. Una circunstancia que ha disparado el precio de los barriles de petróleo acercándolos a máximos anuales. Así lo demuestra el precio del barril West Texas, que cotiza cerca de los 72 dólares y el del Brent (de referencia europea) por encima de los 75 dólares.
LA OPEP+ MANTIENE SU PRODUCCIÓN
En este sentido, las principales compañías que operan en el mercado petrolífero se han visto beneficiadas por la reducción en la oferta de crudo y también Repsol ha sabido canalizar la oportunidad bursátil. La subida tiene lugar en un momento en el que se prevé que la demanda de petróleo aumente, después de que la OPEP+ (Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados) anunciara a principios de mes que mantendría los niveles de producción acordados en julio de aumentar diariamente en 400.000 barriles hasta final de año.
A pesar de los efectos de la pandemia en el turismo y el comercio internacional, algo que afecta directamente al consumo del petróleo, y el aumento de la producción diaria hasta el año que viene, la OPEP+ confía en que continúe el déficit en la oferta de crudo. De esta manera, los países que conforman el cartel no creen que vuelva a haber sobreoferta hasta enero de 2022, una situación que beneficia al precio del barril y de la que se puede aprovechar Repsol.
Pero las nuevas variantes del covid-19 y sus efectos en cuanto a movilidad entre países es un peligro al que atenerse todavía. Aun así, la decisión de incrementar diariamente los bpd (barril por día) se tiene que revisar mensualmente y el 4 de octubre es la próxima fecha para que los países de la OPEP+ se reúnan y decidan.
IMPULSO DE LAS GRANDES FIRMAS
Con todo ello, Repsol sigue creciendo al calor de las grandes firmas que han revisado su valor al alza recientemente. A comienzos de la semana pasada, los analistas de Bernstein apostaron por la revalorización de la compañía española en bolsa de la petrolera española, subiendo su precio objetivo hasta los 14 euros por acción.
La última en hacerlo ha sido JP Morgan, cuyos analistas han cambiado su recomendación de ‘neutral’ a ‘sobreponderar’ y han elevado su valoración de 13 a 14 euros por acción. La confianza que las dos grandes firmas de inversión han depositado en Repsol la sitúa en torno a un 40% por encima del valor actual al que sus acciones cotizan.
Y no son la únicas firma que han dado alas a la compañía de Brufau en la última semana, pues un día antes de que JP Morgan elevara su calificación Deutsche Bank también fue optimista con la petrolera española. El banco alemán modificó el pasado jueves sus perspectivas bursátiles sobre Repsol, alzando desde los 13,6 hasta los 13,8 euros por acción, también muy por encima del valor actual de la compañía.