La multinacional de Mark Zuckerberg destinara 100 millones de dólares a pagar facturas pendientes de empresas que sean propiedad de mujeres o personas pertenecientes a otras minorías. A través de esta millonaria inversión, Facebook pretende ayudar a 30.000 pequeñas empresas adelantando el pago de sus clientes. Una medida que acorta los tiempos de espera para estas sociedades, que la tecnológica puede asumir con mayor facilidad, más aún después de batir récord de ingresos en el segundo trimestre de 2021, con 29.000 millones de dólares.
El proyecto de Facebook se enmarca en un movimiento de la compañía de mejora de su imagen social, afectada en los últimos años por el escándalo de Cambridge Analytica, así como por diferentes acusaciones y demandas por monopolio de Estados Unidos y Europa. De hecho, a principios de este mes el imperio de Zuckerberg recibió otro varapalo judicial por parte de la Unión Europea, que multó a WhatsApp (propiedad de Facebook) con 225 millones de euros por violar la privacidad de los usuarios. El pasado julio también fue multada por la UE con 746 millones de euros. Se tratan de las dos mayores multas de la institución en materia de protección de datos y privacidad.
Con este programa de ayudas al que ha denominado ‘Invoice Fast Track’, Facebook trata de seguir dándole una vuelta a su deteriorada imagen atendiendo a las sensibilidades sociales. Dedicará esta inversión a poner dinero en manos de pequeñas empresas que de otro modo habrían tenido que esperar semanas o meses para recibir el pago de sus clientes, según ha informado CNBC. Así, las empresas pueden enviar facturas pendientes de un mínimo de 1.000 dólares y Facebook comprará estas facturas y las pagará en cuestión de días. Luego, los clientes pagarán a Facebook las facturas pendientes en los mismos términos que habían negociado con las pequeñas empresas.
PEQUEÑAS EMPRESAS Y MILLONES EN PUBLICIDAD
Las empresas estadounidenses propiedad de mujeres y minorías, y que son miembros de organizaciones de proveedores que sirven a grupos subrepresentados, podrán postularse para solicitar el programa. Para ello la compañía de Zuckerberg colabora con diferentes organizaciones de comerciantes y proveedores que representan a mujeres, colectivo LGTBI o población asiática e hispana entre otros grupos.
Facebook ya había lanzado como prueba piloto una versión más pequeña del programa el año pasado, tras ver las dificultades a las que se enfrentaban los proveedores de la compañía por culpa de la pandemia por coronavirus. Ahora, a partir del 1 de octubre las sociedades elegidas (con sede en EE.UU) podrán obtener efectivo inmediatamente por los bienes y servicios que hayan facturado a sus clientes, en lugar de esperar el período de 60 a 120 días que normalmente requieren para recibir el pago.
En este sentido, el objetivo de este programa es reforzar sus relaciones y lealtad a largo plazo con las pequeñas empresas, muchas de las cuales confían en la red social para colocar anuncios. Según la propia compañía, más de 200 millones de empresas usan sus aplicaciones y redes cada mes para crear escaparates virtuales y llegar a los clientes.
Teniendo en cuenta que gran parte de los ingresos registrados por la multinacional provienen de la publicidad (crecieron un 47% en el segundo trimestre de 2021), el de Facebook es un movimiento inteligente para afianzar la confianza de numerosos comerciantes y proyectar una imagen de ayuda al desarrollo de pequeñas empresas y de colectivos oprimidos. Un lavado de imagen sustentado en un momento donde la sensibilidad social es importante para los consumidores.