El Gobierno de Ángela Merkel podría ser considerado como el IV Reich alemán debido a su gran importancia. Preside el gobierno alemán desde el 2005. Solo hay otro candidato que haya conseguido mantenerse en el cargo durante cuatro legislaturas: Helmut Kohl. Este 2021 Merkel abandonará el cargo y con ello un ciclo no solo en la historia de Alemania sino en la de todo el continente europeo.
Para muchos ha sido la canciller de la prosperidad. Ella misma constataba que «una economía fuerte posibilita la prosperidad de todos». Algo que su mando ha demostrado, cuando entró en el Gobierno, el país había superado los niveles de deuda acordados en el Tratado de Maastricht. Su ratio de deuda se elevaba al 67% del producto Interior Bruto (PIB), y no se veía como algo cercano cuándo dejaría de aumentar. Su tasa de paro era elevada. Al mismo tiempo, la economía de algunos países como España y el Reino Unido estaban en sus años dorados con una economía que parecía que como poco iba viento en popa y a toda vela.
Desde que tomó el cargo la economía alemana ha crecido en un 20%; anualmente equivaldría al 1,2% al año. Aunque no por quitarle merito, cabe decir que solo su predecesor no cumple un sesgo similar. No obstante cada una de estas etapas tiene unas características muy diferenciadas.
En la etapa de la que nos corresponde hablar, solo durante los años comprendidos entre el 2009 y 2020, el crecimiento mundial se contrajo en un 5,7% y un 4,9% respectivamente. Algunas de las cosas que ha conseguido son de gran valor para la población, como por ejemplo, en 2005, un francés ganaba de media aproximadamente lo mismo que un alemán, que, en 2021, ganara entorno a un 10% menos. Esto no es algo que se debe solamente a factores políticos, principalmente durante sus dos primeras legislaturas Merkel marco un nuevo rumbo. Algunos ejemplos de ello serían que en 2007 consiguió reducir la cotización al seguro de desempleo, elevó el impuesto sobre el valor añadido y la edad de jubilación aumentó hasta 67 años. Además, el tipo del impuesto de sociedades se redujo del 38% al 30%.
Además dentro de la evolución económica es la tasa de paro, que cayó de casi el 11% en diciembre de 2005 a un poco más del 4% a principios de 2021. Al mismo tiempo, la población activa en Alemania aumentó en casi seis millones de personas. En torno a la mitad de este incremento se debe a un retroceso del número de desempleados.
En cuanto a feminismo algo que hasta hace unos días Merkel nunca se había pronunciado y hoy en día se ha proclamado abiertamente feminista. Consiguió que la proporción de mujeres trabajadoras haya aumentado en más de diez puntos porcentuales desde 2005, hasta más del 70%, gracias, entre otras cosas, a la expansión masiva de plazas de guardería de la era de Merkel.
LAS CRISIS
Además de todo sus logros no cabe ninguna duda que durante las últimas crisis económicas que han azotado al país su papel ha sido como poco fundamental. Apodada “Miss Germany” por el periódico Bild tras su elección, tuvo que entrar en lo que The Economist llamó una “coalición no demasiado buena” con el SPD.
El estallido de la crisis económica y financiera reclamó su atención. Los bancos de todo el mundo se vieron en aprietos. A partir de la quiebra del banco de inversiones Lehman Brothers. «Decimos a las ahorradoras y los ahorradores que sus depósitos están seguros», anunciaron Merkel y su ministro de finanzas de entonces, Peer Steinbrück, el 15 de octubre, algo que consiguió apaciguar las aguas. Una de sus claves fue su política fiscal, «Podemos afirmar que, al controlar esta crisis [refiriéndose a la gran crisis financiera] hemos encontrado muchas respuestas a preguntas que, sin duda, nos ocupan en todo momento; por ejemplo, si el Estado puede o no intervenir en este tipo de situaciones de crisis y emprender una política económica activa. […] Creo que está claro: no solo puede, sino que, en determinadas circunstancias, debe intervenir», afirmó Merkel el 8 de septiembre de 2009 ante los diputados del Bundestag.
LAS MEDIDAS
La Ley de Estabilización del Mercado Financiero en octubre de 2008, que, con un volumen de 500.000 millones de euros, era la ley más cara de la historia de la República Federal de Alemania, hasta el paquete de estímulo económico de la UE de 750.000 millones de euros para hacer frente a la crisis de la COVID-19, ha sido una de las medidas clave de la estrategia de la cancillera.
Otro de los momentos clave sin ninguna duda ha sido su papel durante la crisis Griega, hay que recordar que la crisis del 2008, aunque fue una crisis mundial los países del sur de Europa fueron de los más afectados y con ello Grecia se llevo la palma.
“Lo importante es darse cuenta de que nuestra moneda común es mucho más que una moneda. Es el símbolo del éxito de la unificación pacífica y democrática de Europa. Es el símbolo de una Europa de libertad, prosperidad y progreso. […] O perdemos todos, o ganamos todos. Nuestra postura común, señoras y señores, sólo puede ser: Queremos ganar y ganaremos juntos. Ese, en todo caso, es mi objetivo”, establecía.
Algo que explica porque al final se salto el articulo 125 del tratado de Lisboa y Grecia pudo ser rescatada. Al final tanto sus admiradores como detractores no pueden eludir el afán de Angela Merkel por el proyecto de la unión el cual defendió en muchas ocasiones en contra de lo que todo el mundo se hubiera esperado de ella.