Un emprendedor tiene que asumir muchos retos en su día a día, pero quizá uno de los más importantes sea mantener sus emociones bajo control. Porque está demostrado que estas pueden influir de manera bastante directa en el éxito y hasta en el fracaso de un negocio. De ahí la importancia de saber gestionarlas.
Pero esto no es algo sencillo de hacer, porque muchas veces puede llegar a parecer que son incontrolables. Sin embargo, si entiendes mejor lo que te está pasando, podrás afrontar la situación con más posibilidades de éxito.
5¿Qué tipo de profesional quieres ser?
En el trabajo no siempre eres la persona que eres fuera de él. Porque cuando trabajas asumes roles que puede que no tengas en tu vida privada. Algunas de tus actitudes personales te vendrán bien en el trabajo, pero es posible que otras tengas que cambiarlas. Así, deberás desarrollar dotes de liderazgo y mejorar tus habilidades de comunicación, entre otras.
Para evitar que aparezcan problemas como el síndrome del impostor, analízate a ti mismo como profesional y piensa en qué tipo de profesional quieres llegar a ser. Así podrás saber en qué áreas de tu personalidad debes trabajar y que nuevas actitudes y aptitudes deberías desarrollar.