Un emprendedor tiene que asumir muchos retos en su día a día, pero quizá uno de los más importantes sea mantener sus emociones bajo control. Porque está demostrado que estas pueden influir de manera bastante directa en el éxito y hasta en el fracaso de un negocio. De ahí la importancia de saber gestionarlas.
Pero esto no es algo sencillo de hacer, porque muchas veces puede llegar a parecer que son incontrolables. Sin embargo, si entiendes mejor lo que te está pasando, podrás afrontar la situación con más posibilidades de éxito.
2Aceptar y superar el miedo
El miedo a cometer errores y el miedo generado por la incertidumbre siempre están presentes cuando te pones al frente de un negocio. No puedes deshacerte de él, pero sí puedes trabajar tus emociones para que este no se convierta en un obstáculo en el cumplimiento de tus objetivos profesionales.
Debes entender que hay dos tipos de miedos. El miedo real, que surge cuando estamos ante una situación problemática y frente al que generalmente reaccionamos de forma instintiva. Y el miedo psicológico, el que nos hace plantearnos “y si…”, es este último el que es fuente de ansiedad y puede llegar a paralizarnos. Lo que hay que hacer en estos casos es asumir que este miedo es natural y racionalizar la situación para tomar medidas frente a él.