La esperanza de vida está en parte condicionada por la herencia genética, pero los hábitos que adquirimos y nuestro estilo de vida también tienen mucho que ver. Además de ayudarnos a evitar el desarrollo de enfermedades a las que podemos tener propensión, también podemos conseguir envejecer con una mejor calidad de vida. Nuestros comportamientos diarios, y nuestras elecciones cotidianas pueden marcar la diferencia a largo plazo. Además de los conocidos consejos como no fumar, hacer ejercicio, controlar el estrés o comer mejor, hay otros hábitos que pueden contribuir a prolongar nuestra esperanza de vida hasta diez años.
9SENTIRSE JOVEN PUEDE ALARGAR TU VIDA
La actitud lo es casi todo. Sentirse joven puede aumentar la esperanza de vida, tal y como mostró un trabajo realizado sobre 660 personas de más de 50 años. Aquellos que tenían una mejor percepción de su proceso de envejecimiento tenían un promedio de hasta 7 años más de vida, independientemente de factores externos como la salud o el nivel socioeconómico. Lamentarse por cumplir años, dejar de hacer cosas porque nos sentimos mayores, o perder la ilusión y la curiosidad por el entorno es una forma de quitarnos años de vida. Otro estudio, esta vez publicado en Genetics, revelaba que la calidad del envejecimiento está relacionado un 10% con la genética y un 90% con el estilo de vida. Mantenerse positivo, ocuparse con actividades placenteras y seguir cuidándose, mejora el sistema inmune, reduce el estrés y alarga la vida.