La esperanza de vida está en parte condicionada por la herencia genética, pero los hábitos que adquirimos y nuestro estilo de vida también tienen mucho que ver. Además de ayudarnos a evitar el desarrollo de enfermedades a las que podemos tener propensión, también podemos conseguir envejecer con una mejor calidad de vida. Nuestros comportamientos diarios, y nuestras elecciones cotidianas pueden marcar la diferencia a largo plazo. Además de los conocidos consejos como no fumar, hacer ejercicio, controlar el estrés o comer mejor, hay otros hábitos que pueden contribuir a prolongar nuestra esperanza de vida hasta diez años.
4DESCANSAR Y DORMIR BIEN
Uno de los problemas más frecuentes de la vida contemporánea es que la mayoría de las personas duermen poco. Sin embargo, restarle horas al descanso para hacer otras actividades no es nada recomendable. No dormir suficiente puede acortar la esperanza de vida, tal y como se ha comprobado en algunos estudios donde se comprobaron datos de personas que descansaban adecuadamente con los de quienes dormían menos de seis horas de forma habitual. En este último grupo de personas las posibilidades de muerte prematura aumentaban un 12%. Curiosamente, dormir más de lo necesario, tampoco parece ser bueno para la salud, ya que las personas que dormían más de nueve horas presentaban un aumento del 30% del riesgo de muerte prematura.