La esperanza de vida está en parte condicionada por la herencia genética, pero los hábitos que adquirimos y nuestro estilo de vida también tienen mucho que ver. Además de ayudarnos a evitar el desarrollo de enfermedades a las que podemos tener propensión, también podemos conseguir envejecer con una mejor calidad de vida. Nuestros comportamientos diarios, y nuestras elecciones cotidianas pueden marcar la diferencia a largo plazo. Además de los conocidos consejos como no fumar, hacer ejercicio, controlar el estrés o comer mejor, hay otros hábitos que pueden contribuir a prolongar nuestra esperanza de vida hasta diez años.
3SALIR A CAMINAR PUEDE ALARGAR LA VIDA
Según las recomendaciones publicadas por las Nuevas Guías del Ejercicio Físico del HHS de los Estados Unidos, la recomendación ideal es de 300 minutos de actividad física a la semana, alrededor de 45 minutos diarios, donde habría que incluir un par de días de ejercicios de fuerza. La OMS apoya esta recomendación, pero recoge también los beneficios de caminar. Según la Organización Mundial de la Salud, debemos realizar unos 150 minutos semanales de caminata vigorosa para aumentar la esperanza de vida. La actividad física es fundamental para la salud, pero no tiene por qué ser extenuante ni agotadora. Si se realiza de forma moderada, pero de manera regular, también podemos experimentar importantes beneficios en la salud.