Esta planta que se inauguró en septiembre de 2017 con capacidad para los A330 y, tras la firma de un Memorando de Entendimiento con el presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC) de China, se anunció que el C&DC ampliaría su capacidad a los aviones A350. En ella se cubren las actividades de finalización de la aeronave, incluida la instalación de la cabina, la pintura y la prueba de vuelo de producción, así como la aceptación del vuelo del cliente y la entrega de la aeronave.
Con todo esto desde Airbus siguen intentando explicar porque el cierre de la planta española no es tan malo como se cree, a pesar de no haber llegado a ningún acuerdo.
“Más allá de declaraciones en prensa, a nosotros la única declaración que nos vale es que se sienten a la mesa, que negocien con los trabajadores a través del Comité Interempresas y que ahí hagan las propuestas. Todo lo demás son consideraciones pero no lo que estamos pidiendo para solucionar las circunstancias que atravesamos”, recrimino Juan Manuel Trujillo, presidente del Comité de Puerto Real.
Además de todo esto, su política de ERES ante la crisis del Covid, ha llevado en sus plantas madrileñas a 370 empleados entre las plantas de Getafe y Barajas, situación que se repite en Andalucía con 260 empleados, entre Sevilla y el Puerto de Santamaría.
La compañía se ha seguido defendiendo y explicando su compromiso social con la bahía de Cádiz, ya que trasladan a la planta de CBC donde han llevado acabo el ERE a sus trabajadores.
Desde Podemos han planteado llevar al Congreso de los Diputados una proposición no de ley, en la que exigirán el mantenimiento de la actividad y la puesta en marcha de un plan de reindustrialización. Queriendo así frenar “la paulatina desindustrialización de esta comarca que se ha convertido en uno de los problemas más acuciantes de su economía y estructura social” insisten desde la formación morada.