Son numerosos los expertos que inciden en tener especial cuidado con las dietas que se recomiendan, más si son para adelgazar, ya que muchas de ellas nos pueden dejar con hambre o insatisfechos… e incluso después hacer porque se llegue al efecto rebote. Sin embargo, hay otras dietas para adelgazar y otros métodos que nos pueden ayudar a bajar de peso. Por ejemplo, las dietas bajas en carbohidratos, son efectivas para perder peso y pueden ser más fáciles de seguir que otras.
Este tipo de dietas no solo consiguen que podamos adelgazar más rápidamente, sino que también reducen significativamente el apetito y mejoran la salud de nuestro metabolismo. Pero, en más de una ocasión, tras realizar este tipo de dietas, es bastante frecuente que nos surja el conocido como efecto rebote. ¿Sabes de qué trata? Y lo más importante: ¿Conoces la manera de evitarlo? Desde nuestro portal de MERCA2 lo repasamos.
3La clave para combatir el efecto rebote es una alimentación equilibrada: comer mejor con los nutrientes y vitaminas necesarios

En muchos casos de las personas que buscan adelgazar, por no decir la mayoría, lo que hacen es reducir estrictamente la cantidad de comida ingerida y comer platos que no aportan el valor calórico diario que necesitamos y tampoco son equilibrados. Es sabido que una dieta sana y equilibrada no se trata de dejar de comer sino de comer mejor y de dar al cuerpo los nutrientes y vitaminas que necesita. La clave está en seguir una alimentación equilibrada que nos permita ir perdiendo peso de manera progresiva.
En este sentido, y al comer menos de la cuenta, el metabolismo se ralentiza. Esto supone una disminución de la quema de calorías en reposo. O lo que es lo mismo: por sí solo, el cuerpo eliminará menos calorías de lo habitual y la grasa se irá aposentando en el cuerpo porque el cuerpo lo interpreta como una falta de nutrientes y almacenará grasa corporal por si en un futuro la necesitara, como si de una hibernación se tratara. A partir de aquí, el efecto rebote.