Las raíces de Juan Carlos Escotet pesan mucho en su vida. A menudo recuerda que él nació en Madrid y que sus padres son del norte de España (Asturias y León). Este apego a la tierra seguro que tuvo mucha influencia a la hora de que el Grupo Banesco, fortísimo en una tierra tan vinculada a Galicia como Venezuela, apostara por hacerse en subasta con Abanca. Siguiendo esta guía, posteriormente Escotet decidió salvar a un emblema de Galicia como es el Deportivo de la Coruña. En esta decisión se juntaron muchas cosas, pero es evidente que esta apuesta tuvo una clara vertiente financiera. Abanca hizo de la necesidad virtud y decidió quela entidad bancaria en el accionariado del Dépor a través de la capitalización en acciones de un crédito participativo. Las dificultades económicas del deporte le llevaron a tomar esta decisión.
APOYO A GALICIA
Esta apuesta, guste o no a muchos aficionados que puedan verla algo oportunista por más que tenga trasfondo financiera, cumple perfectamente con la idea de que Abanca es mucho más que un banco y que vela por Galicia, por defender y apoyar aquello que hace comunidad, que valoran los ciudadanos, tengan o no su dinero en Abanca. Salvaguardar el entorno, como suele decir el presidente la entidad.
Lo que está por ver es si la entidad estará mucho tiempo al mando del Deportivo. Desde el punto de vista empresarial, a Escotet le gustaría sacarle el máximo provecho en cuanto a reputación y recuperar lo invertido lo antes posible, pero no va a ser una tarea sencilla. El conjunto gallego no está en la élite y para que tenga interés en ámbitos de inversores tiene que mejorar mucho y ascender. Cuanto más arriba, mejor. Eso también requiere inversión, pero el Dépor no está para muchas fiestas al respecto.
Escotet sabe que Abanca tiene que contribuir a crear riqueza y cohesión
MÁS RECONOCIMIENTO
Posiblemente si el Dépor asciende, la popularidad, la influencia y la valoración social de Abanca y Escotet subiría como la espuma y eso podría hacer que el banquero se replantease la idea de salir del club. El fútbol abre muchas puertas inesperadas y ofrece una presencia impresionante, además de reconocimeitno social. Hay pruebas suficientes de empresarios que han obtenido con el deporte rey el reconocimiento a un nivel galáctico, mucho más del que le han dado exitosas carreras profesionales.
Por ello, es probable que a Escotet le gustaría que el Dépor protagonizase un nuevo «Centeriazo», pero es posible que no le dé tiempo a contemplar esa instantánea, al menos con Abanca como máximo accionista del cuadro gallego. Poca gente olvida que el cuadro gallegó venció al Real Madrid de Florentino Pérez en la final de la Copa del Rey de 2002. Esta derrota fue muy brutal para los aficionados merengues porque se produjo en casa, en el estadio Santiago Bernabéu y porque se produjo el año del centenario de la fundación del club. De ahí que la palabra «Centenariazo» sea muy recordada por los aficionados del cuadro coruñés y por los seguidores del Barcelona y el Atlético de Madrid.
TIEMPO Y DINERO
Ahora bien, la imagen del Dépor saliendo a hombros del estadio del Real Madrid, el Santiago Bernabéu, con una copa bajo el brazo, es muy atractiva, pero para que repita se necesita tiempo y dinero. Una imagen como esa, primero daría la vuelta al mundo, con la repercusión en términos de imagen y publicidad y, en segundo lugar, puede que animase a mucha gente a ser cliente de abanca. Además, el funcionamiento del equipo así, permitiría aumentar el número y la rentabilidad de los productos de Abanca vinculados al Deportivo.
Por ahora, el negocio en términos de rentabilidad por la presencia en el accionariado del Deportivo de la Coruña no está funcionando.
En el primer trimestre de 2021, el Dépor deparó pérdidas a Abanca por importe de 2,4 millones de euros. Más datos: a 31 de diciembre de 2020, la Sociedad Anónima Deportiva cuenta con un patrimonio neto negativo de 42,6 millones.
El fútbol da un reconocimiento social que no se logran en la empresa
PONER EN VALOR
Estos son los datos que se tienen de cómo está la situación. Hay que recordar que Abanca capitalizó en acciones 35 de los millones que le adeudaba el club y la entidad era consciente de que no iba a recuperar. El banco tomó la decisión de entrar en el capital del club, que en su día llevó a lo más alto y luego a lo más bajo- César Augusto Lendoiro, con «el objetivo de participar en la gestión y reestructuración de la sociedad». La idea es ponerla en valor en el menor plazo posible y establecer un plan de venta para dar entrada a nuevos socios y recuperar la inversión realizada.
ATRACCIÓN INVERSORA
La entidad posee el 76,66% de las acciones del Dépor, una Sociedad Anónima Deportiva (SAD) en la que en 2020 inyectó 15,3 millones. Aquí se incluyen, entre otras partidas, los 5 del crédito participativo y otra importante cuantía para asumir las deudas del ejercicio, cuantificadas en otros 9 (7,6 del resultado de explotación y 4 millones correspondientes al balance financiero).en las cuentas que presentó el consejo de administración en la junta del pasado 27 de abril, según publicó La Opiníón de A Coruña.
Las pérdidas y la situación patrimonial no hacen soñar con invertir en el Dépor a grandes personalidades o empresas. Abanca confía en que puedan darlos la vuelta. Soñar con un nuevo Centenarizo no cuesta o dinero. O no mucho para Abanca.