La masa madre te permite elaborar panes artesanos de mejor calidad potenciando su sabor. Es un fermento compuesto por harina y agua que no incorpora levadura industrial. Con las bacterias presentes en la harina junto a las levaduras naturales tiene lugar la fermentación de manera espontánea. Durante el proceso se consigue un aroma y sabor especial reduciendo su acidez.
Con el uso de la masa madre se potencian las cualidades organolépticas del pan. El aspecto del pan de masa madre es más rústico. Presenta una corteza más crujiente con una miga más elástica y alveolada. Las propiedades nutricionales son superiores por el largo proceso de fermentación y tiene innumerables beneficios. Se conserva de manera natural con facilidad hasta 5 días en perfecto estado, siempre que lo guardes en una bolsa de tela.
4Paso 1: tamizar la harina en un bol y mezclarla con agua
Una vez elegida la harina que se va a emplear en la elaboración del pan de masa madre hay que colocarla en un bol para mezclarla con el agua. Puedes utilizar harinas especiales como la integral, la de centeno o la de espelta si prefieres. Hay que mezclarla bien con el agua y dejarla reposar cubierta, al menos una hora a una temperatura ambiente de entre los 22º y los 24º, para que el proceso de amasado sea más fácil. En esta fase, que tiene lugar la autolisis, hay que asegurarse de que la mezcla queda bien integrada. Este proceso puede realizarse a mano o con un robot de cocina.
