A finales de junio finalizó el plazo para presentar la declaración de la renta. Aunque los contribuyentes contamos con un plazo de más de dos meses para hacer el trámite, siempre hay alguien que no lo hace a tiempo. Ya sea porque sin darse cuenta se le ha pasado el plazo o porque pensaba que no tenía que presentar la declaración del IRPF y luego ha descubierto que sí.
Si no has presentado tus impuestos no hace falta que entres en pánico. Estás a tiempo de solucionar la situación. Eso sí, como cada vez que cometes un error en temas relacionados con Hacienda, te va a salir un poco más caro de lo habitual, porque vas a tener que pagar una sanción por el retraso.
3Presentación de la declaración a pagar sin requerimiento
En caso de que tu declaración te salga a pagar, tu situación es un poco más complicada. Si la presentas voluntariamente sin haber recibido requerimiento previo de Hacienda no se te va a aplicar una sanción, pero se va a incrementar la cantidad que debes con un recargo. Lo que tienes que hacer es presentar tu declaración y luego será la Administración la que te diga lo que has de pagar de más como recargo.
Cuanto más tiempo dejes pasar sin presentar la declaración de la renta, más crecerá el recargo. Será de un 5% en los tres primeros meses después de acabar el plazo ordinario de presentación. Del 10% en el período del tercer al sexto mes. Si haces la presentación entre el mes seis y el 12, entonces el recargo sube al 15%. Pasado el mes 12, a partir de ese momento a la deuda se sumará no solo un recargo del 20% sino también los intereses de demora.