Un año más los directivos de las principales empresas que operan en nuestro país tendrán un verano diferente gracias a MERCA2. El agosto pasado estuvieron en una isla desierta. En 2021 las charlas se trasladan de manera ficcionada a la España vaciada. Con la debida distancia de seguridad y un entorno propicio, qué sería lo que contarían…
En las últimas semanas, el CEO de MásMóvil, Meinrad Spenger, ha colgado en sus redes sociales diversas fotos con productos gastronómicos de Castilla-La Mancha. Así que nada mejor que irse a algún lugar de La Mancha de cuyo nombre no nos acordaremos para adentrarnos en la mente de este Quijote de origen austriaco que ha revolucionado el sector de las telecomunicaciones en los últimos años, y cuya actividad también ha estado muy ligada con el desarrollo de la conectividad en zonas rurales.
Y es que, como el célebre personaje de Miguel de Cervantes, el rubio responsable de MásMóvil ha tenido ese punto de locura necesario para creer en su proyecto, asumir sus ideas y pelear contra los molinos, fuesen del tamaño que fuesen. A buen seguro que Spenger se reiría cuando surgiera en la conversación esta pieza arqueológica de la prensa especializada. Año 2008, muy poco tiempo después de la llegada de los operadores virtuales (OMV) a España, el CEO del operador amarillo ya tenía las cosas muy claras y los objetivos muy trazados.
En primer lugar, la esencia de la compañía: una startup. Meinrad Spenger a buen seguro que hablaría con los paisanos de este rincón de La Mancha. Siempre ha sabido tener cerca y tratar de manera muy afable a la gente necesaria. Y entre ellos a la prensa. Como cualquier empresa que nace, la comunicación fue un pilar esencial durante los primeros años de MásMóvil. Había que ser disruptivo y contar cosas nuevas, diferentes; además, en un sector que hasta comienzos de siglo había tenido una empresa de carácter público, romper con los esquemas era esencial. Y Meinrad lo hizo.
El segundo gran objetivo, este a nivel de negocio, era que si no podía crecer a golpe de inversión, lo haría a golpe de acuerdo mayorista. Así, en otro elemento arqueológico, Meinrad ya tenía muy claro en 2015 que su hora había llegado. Que la travesía por La Mancha (y el resto de España) estaba hecha, y que era el momento de crecer.
PRESENTE Y FUTURO
Años después de llegar a España, con la misma sonrisa y algo menos de pelo, muchas cosas han cambiado para MásMóvil. Nuevos dueños, otro tamaño y también más ojos que vigilan el comportamiento de la empresa. Por el momento los caminos del operador amarillo y Spenger no se separan. Y eso que los últimos años han sido de movimiento frenético. Ese tipo de movimiento que te deja buenos ahorros, mucho estrés y las ganas de retirarte -precisamente a La Mancha-.
Ahora, tras la compra de Euskaltel, surgen nuevos retos para Spenger: ¿situarse como segundo o tercer operador? A buen seguro que en su cabeza, aunque no lo confiese, existe esa fantasía desde hace un par de años. Tras la digestión de Pepephone y Yoigo, y con la ronda de compras virtuales, el progreso del operador ha sido tremendo. Asimismo, ha provocado que la competencia reaccione a sus movimientos.
En este contexto, todo hace indicar que el Quijote amarillo se volverá a mover. Todo este recorrido para ser el ‘outsider’ del sector se queda corto. Solo queda un paso. Otro buen movimiento estratégico, y la startup que nació con la vocación de ofrecer diferentes productos en el mercado se convertiría en el rival del incumbente.
Ese último capítulo no será sencillo. Pero desde hace tiempo MásMóvil se mueve en lo imposible, y Meinrad Spenger se ha acostumbrado a grandes movimientos corporativos. Todo ello con la misma cercanía de una década atrás, cuando era un OMV, cuando no había tanta presión ni fondos que observaran todo. El camino se escribe en La Mancha.