Enagás registró un beneficio neto de 213,1 millones de euros al cierre del primer semestre de 2021. Sin embargo, estos resultados suponen una disminución del 9,8% respecto a los 236,3 millones de euros obtenidos para el primer semestre de 2020.
Así mismo, Enagás presenta fortaleza en su flujo de caja con 487 millones de euros, y gracias a la consolidación del 80% de su deuda a tipo fijo, disminuyó su deuda neta en 268 millones generando a su vez una liquidez que supera los 3.000 millones de euros. A nivel general, Enagás presenta unas cifras sanas en términos financieros teniendo en cuenta incluso los recortes regulatorios que aprobó la CNMC a finales de 2019 los cuales afectan directamente a Enagás.
Técnicamente, el precio de la acción de Enagás trabaja bajo una directriz lateral bajista desde diciembre de 2015 la cual se profundiza con la llegada de la pandemia. En ese momento el precio por acción superaba los 24 euros, niveles que al día de hoy no recupera. Sin embargo, encontramos precisamente desde febrero de 2020 hasta febrero de 2021 una nueva tendencia bajista la cual es quebrada para mayo de 2021 ubicando el precio en una posible consolidación alcista en busca de los niveles previos a la pandemia.
En gráfico de marco diario vemos una clara ruptura de la media móvil exponencial de 250 periodos para el 30 de julio de manera tal que, si el precio hace un retroceso, lo cual es totalmente viable de acuerdo con la sobrecompra que presenta el índice de fuerza relativa de 14 periodos, y se apoya en la media móvil respetando niveles de 19,3 euros por acción, confluye con la última directriz alcista y al mismo tiempo con el último nivel de soporte, movimiento que podría impulsar el precio de la acción a los máximos iniciales del 5 de julio en 20,17 y posteriormente visitaría los máximos de noviembre de 2020 alrededor de los 20,82 euros lo que representa más de 7,5% de rentabilidad para una operación que no supone un stop loss de más de 18,8 € euros por acción.