El dinero de plástico se muestra sólido en cuanto a las preferencias de los españolas a la hora de pagar, aunque el pago móvil avanza a paso ligero. Es lo que se desprendes de las preferencias
Según datos del Banco de España, el número de retiradas de efectivo en cajeros automáticos españoles disminuyó un 52% el año pasado. Desde 2014 la preferencia de los españoles para realizar sus pagos es mediante tarjeta de crédito y el contactless, que incluso ya adelantó al pago en efectivo el último año. El organismo que encabeza Pablo Hernández de Cos apunta también que, desde ese mismo año, la tendencia a realizar los pagos mediante el uso de dinero en efectivo ha disminuido considerablemente.
ESTUDIO CON VISA
La tarjeta de débito es el método de pago más conocido en lo que a sustitución del efectivo se refiere. De hecho, es el medio preferido para más de seis de cada 10 españoles, según datos de Minsait Payments. Estas cifran vienen a reforzar lo aportado por el “Estudio de tendencias de pago móvil en España»’, llevado a cabo por la Fintech española Pecunpay, en colaboración con Visa”.
El informe, realizado a través de una encuesta a 2.000 personas, refleja que un 34% de los españoles realiza pagos con el móvil, pero las tarjetas son la forma de pago preferidas (60%), seguida del pago en efectivo (22%) y del pago móvil (12%). Esto demuestra nuevo panorama de digitalización en el que se encuentra inmersa la sociedad en general, y el sector financiero en particular, el dinero en efectivo está en un segundo plano para los pagos, pero lejos de desparecer y, por ahora, sin que le supere el pago móvil en cuanto a segunda preferencia para pagos.
TAREA POR DELANTE
Esto demuestra que el pago móvil tiene tarea por delante para llegar a ser el método predilecto entre los españoles. Una de las desventajas es que el dinero de plástico le lleva mucha ventaja en cuanto a método de pago presente en los comercios. Y es que prácticamente todos los comercios aceptan el pago con tarjeta (93% en España), mientras que ya se eleva hasta un 50% del total los que permiten pago móvil. A medida que haya más comercios que dejen pagar con el móvil irá creciendo su uso como sistema de pago, que en España ha pasado de un 50% en 2019 a un 60% en 2020. Aunque su uso avanza lentamente en el comercio físico, las aplicaciones y los dispositivos conectados al teléfono móvil, como los smartwatch, tiene cada vez un mayor protagonismo en las compras e irá a más.
APORTACIÓN DE PWC
El informe Payments 2025 & Beyond, elaborado por la consultora PwC, habla de este incremento y señala que los pagos electrónicos crecerán un 82% de aquí a 2025, alcanzando los 1,8 billones de operaciones. En 2030, la cifra podría superar los tres billones de transacciones.
FACTORES INFLUYENTES
Ahora bien, de igual manera que, frente a los augurios de muchos, la televisión no mató a la estrella de la radio y el dinero en efectivo no ha desaparecido, el pago con tarjeta física resiste frente al pago móvil , aunque la lógica de los tiempos hace prever que disminuirá la distancia del dinero de plástico y el pago móvil.
Y es que por ejemplo, hasta la fecha, hay una parte de la población, la de mayor edad que está más acostumbrada al uso del dinero de plástico y que aunque el móvil pueda ser más cómodo o más rápido, para ellos es mejor la otra opción, la tarjeta física. Otro aspecto es la seguridad en cuanto a la protección que se tiene por robo o pérdida. Es mucho más habitual que se pierda el móvil que la cartera y lo mismo en caso de robo, por lo cual, hay muchos que seguirán prefiriendo tener una tarjeta física.
En tercer lugar, la tarjeta física es hasta la fecha la fórmula más habitual para sacar dinero del cajero, ya sea en España o cuando uno se va de viaje al extranjero.
En todo esto juegan y jugarán un papel muy importantes las entidades financieras, pero mientras le sea útil a sus usuarios, parece complicada que sean los propios bancos los que acaben con las tarjetas físicas.