El gobierno aprobó este martes el anteproyecto de ley “Crea y Crece”. Con esta iniciativa pretende facilitar la creación de empresas en nuestro país y sobre todo, aligerar los trámites burocráticos.
En España, empezar un negocio lleva de media 13 días y cuesta al menos 3.000 euros. Con esta nueva ley, pendiente de aprobación, podrás crear una Sociedad Limitada por tan solo 1 euro, y en tiempo récord. El panorama del ámbito del emprendimiento ha acogido su tramitación con los brazos abiertos ya que era muy esperada. Pero, ¿esta ley cuenta con herramientas que impliquen un cambio real?
En un primer momento podemos creer que estas cuestiones apenas aportan al emprendimiento en nuestro país, porque quizás el tiempo y la inversión mínima no es lo que señalamos a priori como el problema principal. Sin embargo, no es así. La ley «Crea y Crece» es una medida pionera que sin ninguna duda impactará en el emprendimiento en España. Y te vamos a contar cómo y por qué.
NI TAN JÓVENES NI TANTAS GANAS
El emprendimiento se profesionaliza en España año tras año y el ecosistema innovador es cada vez más maduro. Según la última edición del estudio mundial de referencia, el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), la tasa de actividad emprendedora en España es del 6,2%. Esto quiere decir, que solo este porcentaje de personas activas acaban de iniciar un proyecto o tiene ya uno con menos de tres años y medio de vida. Una tasa que está muy lejos de alcanzar la de otros países como Israel (12,7%) o Estados Unidos (17,4%).
Muchas veces se emprende con desconocimiento sobre muchos factores. Para ello, es necesario un cambio cultural empresarial en algunos sectores, y un refuerzo de colaboraciones internacionales. En España hay mucho, mucho talento.
Debemos tener en cuenta dos cosas que nos guían sobre nuestra disposición a querer emprender: oportunidad de negocio y vocación. El 55% de los españoles no se atreve a dar el paso por miedo al fracaso y sólo un 44% de los emprendedores tuvo clara su vocación. La franja de edad menos interesada en invertir es la que va de los 18 años a los 29. El perfil del emprendedor en España tiene una media de edad de 42 años. Se podría definir como alguien leal a su trabajo y que suele realizar varios proyectos simultáneos.
Según Cristóbal Álvarez, profesor de ESIC, la escuela de negocios líder en formación en empresa, marketing y economía digital en España, «crear una SL de manera ágil es un paso relevante, pero no es el que va a favorecer a que el ecosistema se haga más robusto. En esencia, una SL puede ser creada de manera más o menos rápida y sin adelantar el capital inicial de 3.000 euros. Con justificar activos por ese valor, ya puedes iniciar tu SL. Pero es un buen gesto que nos iguala a otros países europeos«.
Para él, el anteproyecto, aunque todavía necesita ciertos ajustes a las necesidades del emprendimiento, está tomando un buen rumbo. «2021 parece que está siendo un buen año para las Startups. Las 11 rondas de inversión más grandes del año 2021 acumulan un total de 1.520 millones de euros. Esto se debe a que la App Glovo, uno de los unicornios españoles, encabeza la ronda más importante del año con 450 millones de euros«.
LAS LEYES NO HACEN EL CAMBIO
José Bayon, CEO de ENISA (Empresa Nacional de Innovación), cree que esta ley, que aún se encuentra como anteproyecto, «perfecciona los instrumentos de financiación del crecimiento empresarial alternativos a la financiación bancaria, como el «crowfunding» o financiación participativa, la inversión colectiva y el capital riesgo». Su visión como instrumento público es que leyes como estas son un impulso y un acelerador a que el emprendimiento continúe siendo un potente motor en la economía de nuestro país.
Esta ley trata de poner en común diferentes ministerios, lo cual conlleva complejidad. Pero se necesita más. Cristóbal Álvarez cree que por ejemplo habría que «mejorar la fiscalidad de las stock options, las deducciones por inversión para inversores y gestionar las posibles deudas de manera más flexible». Otro de los puntos que señala a tener en cuenta es dar segundas oportunidades a personas que han tenido un mal inicio. «El sistema tiene que ser receptivo y flexible.»
Por su parte, José Bayon, cree que «las leyes no hacen solas el cambio. La base de todo siempre pasa por una educación desde las edades tempranas en las que se anime a niños y niñas, a tener una mentalidad emprendedora en un sentido amplio». En el caso particular de la creación de nuevas empresas dice que «hay que empoderar a las nuevas generaciones, y a quienes estén a punto de emprender o ya lo hacen, a reforzar las capacidades de resiliencia y formación que se requieren a la hora de montar tu propio negocio o startup». Cree que uniendo todas estas piezas, «el puzzle del emprendimiento está preparado para hacer a nuestro país un lugar que fomente, desarrolle y atraiga a otros talentos para instalarse y crecer«.