Hablar con Pedro Pérez es hablar de radio con mayúsculas. Este mítico productor se acaba de jubilar tras 42 años de profesión, 38 de ellos en COPE y 28 a las órdenes de la que fue su jefa y ‘madre radiofónica’, Encarna Sánchez.
Con él repasamos la historia de COPE:
¿Qué virtudes debe tener un buen productor?
El productor es el tramoyista: esta detrás de la pecera intentando buscar al mejor personaje para que sea entrevistado, procurando tener a los protagonistas de la noticia con el ánimo de agradar, entretener e informar a la audiencia.
Creo que las aptitudes más importantes de esta profesión son tener la cabeza bien amueblada; poseer contactos, una buena agenda es indispensable en el oficio; ser constante; y que te guste mucho la radio, porque por esta vía ni figuras ni te haces rico.
Repasemos un poco la historia de COPE: la emisora nace oficialmente en 1979 tras absorber pequeñas emisoras de parroquias y arzobispados y en 1983 da un salto al vacío con el fichaje de Luis del Olmo.
Así es: en los sesenta y setenta había un sinfín de emisoras desperdigadas por España de distintas diócesis que rebotaban el mensaje cristiano. Fue el padre José Luis Gago el que provocó un cambio de paso al apostar por la unificación de postes.
Gago no solo unió emisoras, sino que sacó a convertir a COPE a la primera división de la radio comercial. Y no hay más que ver que con el paso del tiempo la emisora se ha convertido en una cadena que pelea por el liderazgo.
Luis del Olmo y Encarna Sánchez fueron clave en el despliegue del proyecto.
Luis venía con su ‘Protagonistas’ desde Radio Nacional de España y ya estaba consolidado profesionalmente. Este programa logró que COPE diese batalla contra las grandes emisoras al liderar la mañana radiofónica.
Encarna Sánchez en 1983 todavía presentaba ‘Encarna de noche’ desde Barcelona y en 1984 fue cuando, conmigo como productor, saltamos a Madrid a hacer las tardes con el magazine ‘Directamente Encarna’, que fue un boom.
¿Cómo era Encarna a nivel profesional?
Últimamente se la ha descontextualizado en los programas del corazón. Pero fue una mujer muy adelantada a su tiempo, que tocó temas sociales que nadie abordaba y que, con mucho trabajo y carácter, se hizo un hueco en un mundo de hombres.
Ella tenía una vitalidad y fuerza increíbles. Es una pena que algunos se hayan quedado con el personaje que se ha querido vender por parte de algunos medios de comunicación.
Otro momento clave para COPE fue el desembarco en 1992 de José María García y los primeros espadas de Antena 3 de Radio.
García vino junto a Antonio Herrero, Luis Herrero y comunicadores como Federico Jiménez Losantos, que posteriormente lideró una etapa propia en la casa.
Imagino que fue importante el fichaje de este equipo porque un año antes se había ido Luis del Olmo a Onda Cero.
Sí, COPE estuvo viviendo más de un año casi exclusivamente del programa de Encarna Sánchez, que lideraba las tardes sin que nadie le hiciese sombra. Pero hasta la llegada de García y compañía no tenía otros comunicadores que empujasen junto a ella en favor de la emisora.
Hay que recordar que Encarna llegó a superar el millón de oyentes en la tarde, que es una cifra récord que nadie más ha podido alcanzar. Nuestro programa no solo era temido por las radios, sino que hasta las televisiones a primeros de los noventa no sabían qué programar para hacerle sombra.
Esta última década de COPE ha estado marcada por la firme apuesta de Fernando Giménez Barriocanal por los Deportes y Carlos Herrera.
Esos han sido los revulsivos. Fue importantísimo el regreso de Carlos Herrera, al que se le dejó marchar en su tiempo y eso fue un error de la casa porque era un baluarte. Herrera ya había demostrado que era un gran profesional y dejarle escapar fue un desacierto.
Él junto a Paco González y los chicos de Deportes han sido los grandes salvadores de COPE, porque hasta su llegada la emisora había perdido empuje.
¿Qué proyectos tienes a la vista tras jubilarte?
Me gustaría contar la verdadera vida de Encarna Sánchez en un libro que escribiré con Juan Luis Galiacho. Creo que es de justicia reconocer el mérito de esta gran profesional, a la que se la ha deteriorado.
Fue una mujer rompedora que dejó el camino abierto a otras mujeres y que sembró las ondas de mucho trabajo y talento. Ha habido estos años gente interesada en subirse al carro de la anécdota descontextualizada, de su amistad con Isabel Pantoja y o incluso de mentiras para hacer dinero.
He visto hablar hasta a gente que ni la conoció. Por eso creo que los que la tratamos debemos compensar tanto embuste.