“Están destruyendo los márgenes”. Así de rotundo se ha mostrado el CEO de Orange España, Jean-François Fallacher, para referirse a la hipercompetitividad que muestra el sector de las telecomunicaciones y cómo algunas empresas apuestan por ofertas agresivas para captar clientes. El único problema es que para combatir el ‘low cost’ se necesita un ‘low cost’ más pronunciado.
El máximo responsable del operador naranja en España no ha dudado en comparecer de forma pública ante la prensa este jueves para hablar de la situación de la compañía, con ERE mediante, y explicar cómo se prepara la empresa para afrontar los próximos trimestres en los que esperan que la competencia sea mayor.
Así, tras la presentación de resultados, Fallacher no ha dudado en asegurar que hay operadores que no dejan de invertir en redes e infraestructuras y que, paradójicamente, cuanto más se invierte hay menos capacidad después. De igual manera, el CEO de Orange estima que debería existir cierto equilibrio para que no se diese esta circunstancia.
Aunque estas palabras tienen un doble juego. Como no se puede hacer nada para revertir esta asimetría competitiva entre quienes invierten en redes y los que hacen negocio tras su alquiler, hay que rivalizar de igual a igual. Por eso, Orange ha vuelto a insistir en que competirá con todas su marcas en todos los segmentos. Y lo más importante, así lo ha reflejado Fallacher en su resumen de la presentación, es que buscan acelerar el desempeño comercial.
La traducción de estas cuestiones es que si hay que bajar los precios para competir… bajarán precios. No se pueden perder más clientes. Es más, debe haber un saldo positivo para revertir la cuerva financiera, aunque el problema de los márgenes emergen con mayor fuerza en este punto.
ORANGE, PRESA DEL MERCADO
Los tres grandes operadores de telefonía llevan perdiendo clientes varios años. Una situación que comparten con las principales eléctricas españolas. Se puede definir como la tiranía del ‘low cost’.
En el caso de la telefonía, los operadores han segregado de manera muy abrupta a sus clientes. Hay facturas de más de 80€, y luego llegan las promociones que rozan los 30€ con más servicios de lo que se debería ofrecer por este precio. Es el mercado. Y todos luchan por ampliar la cartera de clientes, precisamente con usuarios de alto valor añadido de otras compañías, pero que desembarcan con ofertas con respecto a su recibo anterior. Ganan los usuarios, pierden las empresas.
LAS CUENTAS
Sobre los números presentados, Orange ha moderado su caída de ingresos hasta el 2,7% con una facturación en España de 1.180 millones de euros en el segundo trimestre, pero ha sufrido un deterioro del fondo de comercio en España de 3.702 millones que ha puesto en ‘rojo’ las cuentas del grupo.
En su informe semestral, la empresa señala que esta anotación refleja el establecimiento de un nuevo plan de negocio y la revisión de algunos hechos debido al ambiente cada vez más competitivo del mercado, la caída de ingresos de media por usuario y el esperado retraso en la recuperación económica por las incertidumbres de la recuperación sanitaria.
La compañía ha ingresado 2.368 millones de euros hasta junio, un 5,2% menos que el año pasado en las mismas fechas, debido sobre todo a la caída del negocio minorista por la bajada de precios.
Los clientes convergentes han supuesto 933 millones de euros de los ingresos, lo que supone una cantidad un 8,5% menor que en el primer semestre del año anterior. Por su parte, el segmento móvil totalizó 450 millones de euros, un 12,9% menos, y el fijo, 225 millones, un 5,4% menos.