La unión hace la fuerza, pero Nissan aún tiene mucho que decir. QVE, Btech y Ronn Motor se han aliado para presentar la mejor oferta, hasta ahora, en la mesa de reindustrialización de Nissan. La inversión anunciada en el proyecto alcanzaría los 1.000 millones de euros en cinco años, un 53% más elevada respecto a la presentada por Punch. Los sindicatos aún esperan que se pronuncien los fabricantes asiáticos, cuyas ofertas aún no se han revelado por confidencialidad.
Ronn, según ha podido corroborar MERCA2, ha retirado su proyecto de la mesa de reindustrialización tras sellar esta alianza. Este grupo de empresas cuenta con socios como Para esta producción, el hub cuenta con diez compañías nacionales e internacionales, como Inzile, Volta, Quantron, HispanoSuiza, Lupa, Voltia y Ebro (Ecopower). Esta unión de empresas se enfrenta al problema de las patentes de Nissan, más cuando la producción depende del permiso de la automovilística nipona.
La oferta de QVE cubriría todas las vacantes de la plantilla de Nissan, 2.600 empleados de los que 1.000 podrían ser prejubilables. Según el anuncio de la compañía, en el próximo lustro se crearían unos 4.000 empleos directos y otros 10.000 indirectos, cifras que superan con creces a la oferta de Punch, pero que por ahora sólo sostiene el papel.
El proyecto del hub ha contado con la consultora Improva para el diseño y la búsqueda de posibles socios locales e internacionales.
UNA NUEVA VIDA PARA LA NV200 Y LA NISSAN NAVARA
El plan pasaría por resucitar la e-NV200, un vehículo que la japonesa aseguró que ha agotado su ciclo de vida; y también volver a producir la Navara, esta vez eléctrica. La idea del hub es «rediseñar los modelos y realizar la comercialización bajo otras marcas«, según han señalado fuentes de QVE a MERCA2.
Nissan, por su parte, dejó de fabricar el modelo Navara para la UE debido a las restricciones medioambientales y se llevó la fabricación de este modelo a Suráfrica. La joint venture, no obstante, está en conversaciones con Nissan para poder obtener las pertinentes licencias de fabricación.
Ecopower planea convertir la producción de la pickup Navara en una pickup eléctrica, resucitando la mítica marca Ebro, mientras que QEV Tech apuesta por fabricar una gama completa de vehículo de reparto con tres modelos de furgonetas eléctricas, una de ellas similar a la NV200, y dos plataformas eléctricas de BUS de 8 y 12 metros, respectivamente.
AUTOBUSES Y CAMIONES ELÉCTRICOS CON HIDRÓGENO
Una de las claves diferenciadas respecto al resto es la apuesta del hub por la fabricación de vehículos eléctricos e impulsados con hidrógeno, un proyecto que los sindicatos no ven claro debido a la baja demanda de este tipo de combustible.
La mesa de reindustrialización tendrá que decidir a finales de septiembre qué proyecto sustituirá a Nissan. El proyecto de QVE se centra en su enorme potencial, más después haber recibido muestras de interés de empresas energéticas, centros tecnológicos, universidades y empresas tanto nacionales como extranjeras. Todas ellas han firmado una carta de adhesión para colaborar y rubricar su apuesta por el hub.
El objetivo del hub es el desarrollo de una amplia gama de productos de vehículos eléctricos industriales y de última milla, así como plataformas eléctricas para autobuses y camiones de reducidas dimensiones.
VEHÍCULOS CON UNA AUTONOMÍA DE 700 KM
«Nuestro objetivo es potenciar la movilidad sostenible de forma integral», ha sostenido Joan Orús, CEO de QEV. Eso sí, busca la «industrialización de vehículos para transformar profundamente la nueva movilidad, el transporte urbano y la logística de última milla.
Con Ronn, la alianza tendrá un especialista en vehículos de cero emisiones. Su oferta por sí sola no hubiera tenido visos de obtener el beneplácito de la mesa de reindustrialización de Nissan. Y es que, la pila de hidrógeno aún tiene un gran margen para desarrollarse y plantar batalla al vehículo eléctrico.
De hecho, la intención de Ronn es la fabricación para Europa de su línea de productos de logística comercial Hydronn, junto con los vehículos tipo Sedán y Suv premium. Para ello utilizará la marca MYST Q-SERIES de RMG, unos modelos eléctricos de pila de combustible de hidrógeno que contarán con un rango de conducción de más de 700 km.
LA RECONVERSIÓN DE LAS PLANTAS DE NISSAN
El plan de producción y fabricación del hub liderado por QVE pasa irremediablemente por obtener las licencias de Nissan. En caso contrario, no habrá un efecto multiplicador en el volumen de producción, tal y como se obtendría si tuvieran las patentes bajo licencia.
Además de la resurrección de los modelos de Nissan, la joint venture pretende levantar un centro de homologación y certificación de baterías de la mano de Applus Laboratories. No es su única ambición.
La nueva planta contaría con la fabricación de pilas de hidrógeno tras acordarlo con la empresa Sisteam; y una fabricación de intercambiadores de baterías para micromovilidad (motos principalmente) con Vela Mobility.
Por otro lado, Eurecat instalaría el centro de desarrollo de baterías dentro del hub, mientras que W-Carbon produciría las llantas de fibra de carbono.
Contamos con amplia experiencia y estamos preparados para dar el salto a la industrialización de nuestra tecnología«, ha afirmado Orús. «Creemos en una nueva industria con tecnología nacional, liderada por talento local, que reafirme nuestro rol como potencia mundial en este sector», ha añadido. En este sentido, espera que esta alianza actúe como palanca de transformación para desarrollar un negocio con alto potencial.