Sacyr acaba de aterrizar en el nuevo mundo como quien dice. La división constructora de la compañía entró en 2018 en EE.UU., y acaba de adjudicarse su tercer contrato de construcción en Texas, el noveno desde que llegó al país. El contrato contempla la construcción de un tramo de seis kilómetros de carretera en el condado de Lubbock, por un importe de 158,3 millones de dólares, que al cambio son 130,3 millones de euros.
Sacyr realizará para Texas Department of Transportation (TxDOT) la reconstrucción de un tramo de 6 km que pasará de ser una vía de calzada única con un carril por sentido a una carretera de calzadas separadas con tres carriles por sentido. En total, la compañía maneja ahora mismo una cartera de construcción cercana a los 2.150 millones de euros.
Asimismo, el mes pasado, la compañía ganó la ampliación de un tramo de 8,7 km. de la autopista SR417 en Orlando (Florida) por importe de 75,5 millones de euros. En este caso, Sacyr realizará la ampliación de un tramo de 8,7 kilómetros de la autopista SR417.
El proyecto incluye añadir un carril por sentido pasando de 2 a 3 carriles por sentido. Para ello, se ensancharán también 10 puentes del tronco principal que cruzan distintas carreteras locales y una línea de ferrocarril.
La constructora maneja una cartera en EE.UU. de 2.150 millones
Estos proyectos van en consonancia con el plan estratégico de la compañía para el periodo 2021-2025, en el que quieren reforzar su presencia en el mercado anglosajón (EE.UU., Canadá, Australia y Reino Unido), tanto en su división de concesiones como de ingeniería e infraestructuras. Precisamente, en su anterior plan estratégico dobló su rendimiento bruto operativo hasta el 16%.
Asimismo, en noviembre del pasado año, y en consorcio con el grupo de infraestructuras Plenary, Sacyr se adjudicó la concesión de operación y mantenimiento del campus de la Universidad de Idaho. Se trata del primer proyecto concesional que consiguió la empresa en el país.
PLAN DE JOE BIDEN
Ahora mismo Estados Unidos se encuentra en un proceso de renovación de infraestructuras. El presidente anunció un programa con una cifra cercana a los dos billones para inversión pública en Estados Unidos, que finalmente se ha quedado en 953.000 millones. Para Sacyr, el mercado estadounidense representó en 2020 el 7% de su cartera de negocio, unos 318 millones, aunque la empresa busca incrementar esta cartera.
Igualmente, la compañía apunta que Estados Unidos “registra un elevado déficit de inversión en infraestructuras, carreteras, vivienda, trasporte urbano y energías renovables, entre otros. Esto hace imprescindible la colaboración público-privada para el desarrollo de estas obras”.
Y es que el gigante americano, y el presidente Biden a la cabeza, busca reforzar sus infraestructuras internas, paliando estos déficits que sufren sus carreteras, puentes y aeropuertos. Así, el proyecto destinará 109.000 millones de dólares (91.140 millones de euros) a inversión en carreteras, puentes y grandes proyectos, y busca modernizar unos 32.000 kilómetros de rutas y autopistas, así como reparar unos 10.000 puentes.
Este plan puede beneficiar enormemente a Sacyr, a tenor de su plan estratégico, ya que podría captar más proyectos de infraestructuras en la red vial estadounidense. Aunque lleva poco tiempo en el país, la constructora ya ha sabido ocupar su hueco en el mercado. Todavía está lejos de las principales compañías españolas que se dedican a la infraestructura en EE.UU., pero ya reclama su parte del pastel.
Pero la compañía todavía está lejos de sus principales competidoras, y, sobre todo, de ACS, la constructora que más ingresos tiene en EE.UU. En 2020, ACS tuvo unos ingresos provenientes de este país de 15.746 millones. Le sigue Ferrovial, con 2.340 millones de euros. Para Sacyr, todavía queda un largo camino por recorrer, pero este balón de oxígeno de Biden a la economía puede hacer que la compañía de Manuel Manrique encuentre su dorado en el país norteamericano.
