La fideuá no es sólo de Gandía ni de la Comunidad Valenciana… aunque de allí salen los mejores preparados. Y es que, a lo largo y ancho de la península, este delicioso plato se ha ido dando como una de las alternativas más especiales a los fideos de toda la vida, otorgando además un sabor propio que lo hace muy distintivo del resto de la cocina.
En esas, la fideuá compite con la paella para imponerse en las comidas de celebración. Este clásico de la gastronomía española se suele servir con un buen alioli casero que conseguirá potenciar aún más la grandeza de esta preparado. Existe una gran variedad de recetas de fideuá, casi tantas como casas que la cocinan. Pero, ¿cuál es su secreto? ¿Qué proporción de caldo y fideos es la justa? Lo descubrimos desde MERCA2.
5El punto más difícil: conseguir un caldo sabroso en poco tiempo
Llegamos ahí al que se presenta para muchos como el que es el punto más delicado. Porque, para hacer una buena fideuá, lo que tenemos que conseguir además de los anteriores fideos es un caldo sabroso en poco tiempo. Para conseguirlo, en Valencia se utilizan las clóchinas, unos parientes de los mejillones, -más caros, con menos carne y más sabrosos- con los que se puede conseguir un caldo intenso en pocos minutos.
Con ellos podemos completar el plato con las cabezas de gambas y gambones que también aportan muchísimo sabor. También puede ser que no encontremos clóchinas. En ese caso, podemos recurrir al caldo de pescado que tengamos en casa, o usar mejillones que también quedan estupendos en esta preparación. A partir de ahí, quedará retirar las barbas a los mejillones o clóchinas y los ponemos al fuego en una olla tapada con un dedito de agua (para que se abran y suelten sus jugos). Los retiramos y agregamos un poco más de agua y las cabezas de gambas y gambones.