La fideuá no es sólo de Gandía ni de la Comunidad Valenciana… aunque de allí salen los mejores preparados. Y es que, a lo largo y ancho de la península, este delicioso plato se ha ido dando como una de las alternativas más especiales a los fideos de toda la vida, otorgando además un sabor propio que lo hace muy distintivo del resto de la cocina.
En esas, la fideuá compite con la paella para imponerse en las comidas de celebración. Este clásico de la gastronomía española se suele servir con un buen alioli casero que conseguirá potenciar aún más la grandeza de esta preparado. Existe una gran variedad de recetas de fideuá, casi tantas como casas que la cocinan. Pero, ¿cuál es su secreto? ¿Qué proporción de caldo y fideos es la justa? Lo descubrimos desde MERCA2.
4Por cada taza de fideos, dos de caldo para la fideuá
Otro punto a considerar es que en la fideuá tradicional no puede faltar su gamba roja, su cigala y un buen rape, pero serán el sofrito y el fumet los que marcarán el sabor. Eso y los tiempos de cocción, o las proporciones de caldo y pasta. Prima hermana de la paella, en realidad, si tuviéramos que cocinar para los suegros por primera vez antes de hacerles una paella, le haríamos una fideuá. Esto es porque tiene menos probabilidades de que salga mal.
Al respecto, y de la misma forma que sucede con el caldo que también nos atañe, los fideos necesitan de una buena proporción para que el plato nos quede como queremos, pero sobre todo que quede gustoso. Para ello, se necesitan un uno-dos. O lo que es lo mismo; por cada taza de fideos, necesitaremos echar dos de caldo. Solo así tendremos una textura deliciosa de la fideuá de siempre.