La fideuá no es sólo de Gandía ni de la Comunidad Valenciana… aunque de allí salen los mejores preparados. Y es que, a lo largo y ancho de la península, este delicioso plato se ha ido dando como una de las alternativas más especiales a los fideos de toda la vida, otorgando además un sabor propio que lo hace muy distintivo del resto de la cocina.
En esas, la fideuá compite con la paella para imponerse en las comidas de celebración. Este clásico de la gastronomía española se suele servir con un buen alioli casero que conseguirá potenciar aún más la grandeza de esta preparado. Existe una gran variedad de recetas de fideuá, casi tantas como casas que la cocinan. Pero, ¿cuál es su secreto? ¿Qué proporción de caldo y fideos es la justa? Lo descubrimos desde MERCA2.
3Con los fideos adecuados harás que la fideuá quede al gusto y punto
Por lo general, lo cierto es que podemos comprar fideos específicos de fideuá bastante gordos. Aunque también, los más expertos aconsejan usar fideos medianos (tipo de tamaño 4), o ya si queremos dejarla más fina… fideos cabello de ángel. Normalmente se usan los que se denominan como de tipo de tamaño 4 (los cuales se tiende bien a recomendar), y con lo que harás que tu receta de fideuá quede a tu total gusto y punto.
Chefs como Albert Énrich explican que los mejores fideos no son ni los más gruesos ni los más finos: «si es muy grueso hará que el aspecto sea el de espaguetis», apunta. Otra opción es tostar los fideos con un poquito con aceite y dos dientes de ajo para asegurarse de que no queden hervidos ni empastados. «Tostar los fideos está bien, pero eso es más de rossejat, la fideuà auténtica de Gandía no lo admite porque el fideo absorbe más los jugos por la parte que no está tostada, y buscamos regularidad y melosidad».