Huevo, patatas, aceite y sal. Nunca antes un plato con tan pocos ingredientes había generado tanta división entre los comensales. Desde los que prefieren la tortilla de patatas más cruda y jugosa, hasta los que les gusta más hecha, pasando por los que agregan cebolla, o las mil y una maneras de cortar las patatas.
Y es que esta receta de la gastronomía española es muy versátil, y puede hacerse con muchos matices muy diferentes. Además, al ser tan simple, su sabor va a depender mucho de cómo se haga. Cada paso es esencial si quieres una tortilla de patatas perfecta.
3Profundidad: Más es mejor
Al igual que el diámetro es importante, también lo es la profundidad. No sirven las sartenes demasiado planas, ya que eso hará que se pueda derramar cuando aún está líquida y que sea mucho más complicado darle la vuelta a tu tortilla de patatas.
Lo óptimo sería elegir una sartén con un diámetro más pequeño, pero con mayor profundidad. Así podrás formar la tortilla gruesa sin tener problemas, y se le podrá dar la vuelta sin riesgos.