La marcha de Pablo Iglesias y la caída de Iván Redondo ha reseteado al Gobierno cada vez más presidencialista de España. Pedro Sánchez quiere dejar claro que manda y ahora tendrá que buscar nuevas vías de comunicación con sus socios de Unidas Podemos.
La coalición morada está intentando rentabilizar electoralmente la imagen de la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, reforzada hace dos meses con su nuevo jefe de Gabinete: Josep Vendrell. Este histórico de ICV se encaraba de la coordinación y estrategia de los ‘comunes’ en el Parlament de Catalunya hasta que Díaz, ojo avizor con la gran campaña de Jessica Albiach en las últimas autonómicas, lo reclutó.
Vendrell tendrá que vérselas con el nuevo jefe de Gabinete de Pedro Sánchez, Óscar López, que hace unos años decía que los de Podemos practicaban el ‘matonismo’ en las redes sociales y que Pablo Iglesias era «marxista de Groucho».
López, que avaló hace unos años que el PSOE se hiciera con la alcaldía de Ponferrada gracias a acosador condenado (Ismael Álvarez, que le destrozó la vida a Nevenka Fernández), también ha buscado en Cataluña para reforzar el área de Comunicación del Gobierno.
FRANCESC VALLÈS
Iván Redondo ha arrastrado en su caída a Miguel Ángel Oliver, que ejercía de secretario de Estado de Comunicación y crispaba a los reporteros con las incontables ruedas de prensa de Pedro Sánchez sin preguntas.
Óscar López ha elegido como sustituto de Oliver al exdiputado Francesc Vallès, catedrático en Derecho y asesor de la consultora Hill+Knowlton Strategies España. Vallès y Vendrell se podrán entender en su idioma materno con el nuevo jefe de Contenidos Informativos de TVE, Esteve Crespo.
COMUNICACIÓN ENTRE PSOE Y UNIDAS PODEMOS
Habrá que estar atentos a las relaciones entre PSOE y Unidas Podemos tras el regreso de Óscar López, que en 2014 decía que «Maquiavelo estaría sorprendido de ver las posibilidades que ofrecen sus teorías en pleno siglo XXI y de ver a todo un Príncipe como Iglesias. Antes de ayer comunista, ayer de izquierda anticapitalista, hoy socialdemócrata y en todo caso negando la diferencia entre la izquierda y la derecha».
Seguía el nuevo jefe de Gabinete de Pedro Sánchez contra su ahora socio: «Patriota en el sur y a favor de la autodeterminación en el norte. Con la mano tendida pero atacando al PSOE todo el día. A Dios rogando y con el mazo dando. Y en todo caso siempre marxistas, pero de Groucho. Ya saben, estos son mis principios, pero si no les gustan…».
Y también denunciaba las supuestas prácticas de un grupo coordinado por Podemos: «Recientemente me hablaron de guerrilla, un grupo de Telegram (o de Whatsapp) en el que algunos activistas de Podemos coordinan sus ataques repitiendo argumentarios intentado que parezcan espontáneos y que generalmente tienen como objetivo descalificar al rival. Me dijeron que ese grupo estaba preparando un ataque a Pedro Sánchez coincidiendo con su entrevista en ‘La Sexta Noche’ y me enseñaron los pantallazos que lo demostraban».
López aseguraba que «esa misma noche tuve la oportunidad de preguntar en directo al secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, si guerrilla era un grupo de Podemos. Me dijo que no. Unos días después se difundió otra campaña difamatoria contra el candidato socialista, desde cuentas oficiales del PP, pero también desde el grupo guerrilla. Pablo Iglesias se desmarcó en público de esa campaña, pero el grupo guerrillero la había alimentado. Leo en la portada de la edición digital de El País que Podemos se desmarca de dicho grupo«.
Sentenciaba la nueva sombra de Pedro Sánchez: «Lo tengo muy claro. Echenique mintió. Guerrilla es de Podemos y una vez descubierto, Iglesias se desmarca como se desmarcó en su día de Chávez, de Tsipras o de IU antes de lanzarle una opa hostil».