
La inmensa mayoría de los autónomos se ajustan a la legalidad vigente a la hora de realizar su trabajo y facturar por él. Pero siempre hay unos pocos que deciden arriesgarse y salirse del camino marcado. Por ejemplo, emitiendo facturas falsas. Un hecho que es mucho más grave de lo que se suele creer.
Estamos hablando de algo que es, a la vez, un ilícito penal y un ilícito administrativo. Es decir, que quien emite facturas que no son verdaderas puede acabar cumpliendo una pena de prisión y, además, pagando una multa de importe considerable a Hacienda.
4¿Cómo se puede saber si una factura es falsa?

En el caso de un autónomo este podría emitir facturas falsas, pero también podría recibirlas por parte de sus proveedores. ¿Cómo saber si se está ante un documento que no cumple con los requisitos legales exigibles? Hay que revisar varios aspectos.
Lo más habitual en estos casos es que no se describa de forma demasiado detallada el servicio prestado o el producto que se ha adquirido y tampoco existan otros documentos que puedan verificar que había una relación comercial entre las partes o que acrediten que se ha llevado a cabo la entrega.