ACS lucha por conseguir los niveles previos a la pandemia, niveles que permiten obtener hasta un 60% de rentabilidad desde el precio actual siempre y cuando se mantenga por encima de los 21,66 euros.
El precio de la acción de ACS ha bajado más del 55% desde 2019 a hoy, precio que fue presionado a la baja por la pandemia y que a la fecha no ha logrado recuperar en su totalidad. Así, pasó de los 35,83 euros en enero de 2020 hasta 11,20 euros, el mínimo que marcó en marzo de 2020.
Aunque ACS muestra ganancias para cierre de 2020 lo cual, de acuerdo con los últimos informes financieros en su consolidado con cierre a 2020 vemos que los beneficios disminuyen más de un 60% y en especial que su EBITDA no es muy superior a su endeudamiento neto. Una situación que da para pensar que sus ingresos, el pago de su deuda y por ende el pago de dividendo se vea difícil de cumplir por vía de ingresos de cara a un futuro no lejano. Esto indica en términos de análisis fundamental un posible retroceso del precio de la acción.
Sin embargo, técnicamente la acción de la compañía trabaja en un nivel en el cual puede existir un punto de giro alcista ya que se encuentra justo en áreas de regularidad de marco mensual después de haber caído durante los últimos 4 meses donde el precio confluye con una línea de tendencia alcista y retestea algunos niveles importantes de soporte más exactamente en el precio 21,69 euros.
Adicional a esos niveles, nos encontramos que su siguiente precio de soporte institucional lo hallamos en febrero del año 2016 donde el precio alcanza un mínimo de 19,31 euros, el cual nos permite adherir posiciones de compra o iniciar una primera compra si no tomamos los niveles actuales, dándonos la posibilidad de un mejor retorno riesgo beneficio ya que podríamos alcanzar hasta un 87% de rentabilidad en busca de los precios previos a la pandemia por niveles de 35,92 euros por acción.
Es cierto que las cifras financieras de ACS en este momento no son las de mejor calidad en miras de tomar decisiones de compra, pero no significa que no puedan revertir esas cifras en el término de uno o dos años paralelamente a la recuperación de la economía global, razón por la cual vale la pena de hacer un seguimiento especial a la evolución de esta acción con el fin de buscar esos máximos anteriores.