¿Qué sería del mundo sin croquetas? Una de las maravillas gastronómicas que nos ha dejado el país vecino y que España ha sabido adoptar y darle nuevos sabores. Una receta con ingredientes bastante baratos pero con resultados realmente deliciosos que encantan a todos. Sin embargo, hacer unas croquetas perfectas no es tan sencillo como parece.
Existen multitud de trucos y consejos para poder hacer la bechamel adecuadamente, o para que no se abran al freír, para que queden bien jugosas, e incluso para que el rebozado esté en su punto, es decir, para que esté crujiente y con el espesor adecuado…
3Panko vs pan rallado para las croquetas
A diferencia del pan rallado tradicional, que se elabora con pan de harina de trigo que se pulveriza, el panko se obtiene de un pan sin corteza y que se desmigaja. Por eso aporta trozos algo más grandes, como si fuesen escapas, y que deja la superficie de las croquetas algo más gruesas e irregulares.
Realmente no hay uno mejor que otro, es simplemente cuestión de gustos. Pero si ves que con el pan rallado no te queda el rebozado lo suficientemente grueso y quieres un plus de crujiente en tus croquetas, entonces el panko es una opción sensacional.