Más problemas para Facebook: la UE pone la lupa sobre la política de privacidad de WhatsApp

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WhatsApp vuelve a estar en el punto de mira por sus polémicas políticas de privacidad. Esta vez,  la Asociación Europea de Consumidores (BEUC por sus siglas en inglés) ha puesto una queja ante la UE por los nuevos términos y servicios en las condiciones de uso implementadas el pasado mayo por la aplicación de mensajería propiedad de Facebook.

La asociación ha presentado una queja alegando que la política de privacidad sigue siendo opaca y hace imposible para los usuarios comprender claramente las consecuencias de los cambios de WhatsApp, según han indicado en un comunicado.

«El contenido de estas notificaciones, su naturaleza, su calendario y su recurrencia ejercen una presión indebida sobre los usuarios y perjudican su libertad de elección. Como tales, constituyen una infracción de la Directiva de la Unión Europea sobre prácticas comerciales desleales», dijeron los grupos en una declaración conjunta.

«WhatsApp ha estado bombardeando a los usuarios durante meses con mensajes emergentes agresivos y persistentes»

WhatsApp anunció los cambios de política en enero, pero se vio obligado a retrasar su introducción hasta mayo, debido a la confusión y la reacción de los usuarios sobre los datos que recopila el servicio de mensajería y cómo comparte esa información con Facebook.

Monique Goyens, directora general de la asociación, señala en el documento que “WhatsApp ha estado bombardeando a los usuarios durante meses con mensajes emergentes agresivos y persistentes para obligarlos a aceptar sus nuevos términos de uso y política de privacidad”. Asimismo, asegura que la compañía de Zuckerberg “les ha estado diciendo a los usuarios que se les cortará el acceso a su aplicación si no aceptan los nuevos términos” y que se mantuvieron “deliberadamente vagos” sobre el procesamiento de datos.

La BEUC, Junto con ocho de sus miembros, ha presentado una queja ante la Comisión Europea y la red europea de autoridades del consumidor. De esta manera, insta a los reguladores a abrir una investigación sobre las prácticas de WhatsApp y exige que los términos y servicios que los usuarios acordados “a través de las prácticas contenciosas” no sean vinculantes para ellos. Los portavoces de Facebook y WhatsApp no se han pronunciado al respecto por ahora.

LA UE PREFIERE SIGNAL

El hecho de que WhatsApp comparta datos con Facebook es algo que preocupa a usuarios de todo el mundo y ha llevado a muchos de ellos a cambiarse a aplicaciones rivales como Telegram y Signal.

No es de extrañar que cada vez sean más los usuarios que pasan de una aplicación a otra, por lo menos de manera parcial, y más aún cuando desde instituciones públicas también se toman este tipo de decisiones para transmitir sus comunicaciones. Así, el pasado mayo, tanto la Comisión Europea como el Consejo de la UE pidieron a sus empleados que dejaran de usar WhatsApp y se pasaran a Signal.

“El Consejo de la UE cambiará la plataforma de mensajería instantánea que usa para compartir información con los periodistas: trasladaremos los grupos (de chat) de WhatsApp a Signal”, informaron.

Signal pertenece a Brian Acton, uno de los fundadores de WhatsApp que vendió la compañía a Facebook y dejó de trabajar en ella en 2018 tras el uso de los datos que hacía la red social. Ahora se ha convertido en una de las alternativas que más abanderan la importancia de la privacidad de la información personal del usuario.

CUANTA MÁS GENTE HAY EN LA PLATAFORMA, MÁS GENTE NECESITA ESTAR

Además de estar cifrada de extremo a extremo, también porque es una plataforma independiente y sin ánimo de lucro, y su desarrollo depende de subvenciones y donaciones, por lo que en principio no hay peligro de que los metadatos de los consumidores acaben en manos de las grandes compañías tecnológicas.

A pesar de que cada vez más gente se siente atraída por este tipo de aplicaciones de mensajería, WhatsApp sigue liderando el mercado sobre todo por el efecto red, es decir, que, cuanta más gente hay en la plataforma, más gente necesita estar. Abandonar el lugar donde todo el mundo está significa desaparecer socialmente.

Sin embargo, si la situación continúa y aumenta la concienciación sobre el uso que hacen las empresas con los datos de los consumidores, WhatsApp podría tener problemas y ya son varias las aplicaciones que han abierto vías de comunicación alternativas que se propugnan más éticas o seguras.