Una de las primeras cosas que tiene que hacer quien se da de alta en el RETA como autónomo es elegir la cuota de cotización, incluso aunque tenga derecho a beneficiarse de la tarifa plana. Con el sistema de cotización por ingresos reales es posible que esto cambie, pero por el momento hay que seguir tomando decisiones de este tipo.
Otra cosa a tener en cuenta es que el autónomo no está vinculado de por vida a la cuota que haya elegido, puede cambiarla si lo estima conveniente y subirla o bajarla según lo estime conveniente. Sin embargo, el cambio no es inmediato, se lleva a cabo de un trimestre para otro. De ahí la importancia de asegurarse de elegir bien para no acabar pagando menos de lo que se desea o más de lo debido durante unos cuantos meses antes de poder hacer el cambio.
1Elegir la cuota de cotización al poner en marcha un negocio
Quienes se dan de alta en el RETA ya saben que lo que tienen por delante no es nada fácil. Montar un negocio y que este sea rentable es una tarea que requiere de mucho esfuerzo. Es perfectamente normal que durante los primeros meses e incluso años de actividad la rentabilidad no sea demasiado alta.
El autónomo tiene que asumir muchos gastos para sacar su proyecto adelante. Si, además, tiene que pagar una cuota de cotización demasiado elevada, puede encontrarse con problemas para hacer frente a los pagos. Por eso, lo más recomendable para quienes empiezan es escoger la base de cotización más baja, que da lugar a la cuota de cotización más reducida.